Friday, April 04, 2008

Soledad acompañada

Disfrutando en soledad. Recordando compañías.

Hoy he buceado en la red, o mejor dicho, "he sido pescado" por Blonde en su blog... habla de la "soledad amiga" y pienso que hay muchos blogueros que escriben como desde una habitación sin vistas, o bien desde la que se ve llover y no se sale, o desde el visillo que se entorna para mirar la desierta calle.

Hay mucha soledad y de distinto signo en esta ciudad de asfalto y hombres grises, mucho silencio en el ascensor cuando se coincide con un vecino... "no hay nada que decirse"... cada uno o cada una tienen mundos impenetrables. Hacia fuera aparece el "gris", el "anonimato"... y los sentimientos se acumulan hasta que estallan en cascadas de tristeza, de pena, de mirar hacia fuera no no ver nada ante el chisporrotear de la lluvia en la ventana.

A veces pienso en los distintos modos de dar color a los hombres grises, dominados por "Lunáticos" y empeñados en hacer cosas, en "tener un trabajo", en "ganar un sueldo", en "pagar las hipotecas"... pero que dejan "el vivir" para los ratos libres. Y creo que en la ciudad de las prisas hablamos de lo que no creemos, de aquello que, además, no queremos... Siempre "haciendo cosas", "viajando", "viendo mundos", "resolviendo cosas importantes"... y los ojos de los niños nos miran asombrados desde su cuarto. Ellos claman sin voz, aprendiendo la soledad del "solitario"... ¡ea que yo soy lo importante! ¡me diste la vida, gasta conmigo el tiempo más brillante!

Él y ella piensan ¡le quiero! El o ella "son lo importante"... ¿Hablamos? ¿Callamos juntos? ¿Rezamos juntos? ¿Reímos juntos?... vivimos una vida en compañía o ¿compartimos espacio como extraños o como socios de un negocio sin alma?.

Debería ser "obligatorio" que las casas no fuesen autosuficientes, que a unos les faltase el azúcar, a otros la sal, a otros se les quedase corto el café... y que sólo se pudiese resolver pidiéndolo al vecino de enfrente o al del rellano de abajo o de arriba. Es preciso romper el silencio, sustituir las "soledades grises", las del "no me atrevo", las del "qué pensarán" o "a ellos qué les va a importar"... por la soledad posterior, la del que rumia agradecimientos.

Debería ser "obligatorio" ir a casa a comer casi todos los días y "que la televisión se apague". Y a los niños se les examine sobre ¿qué han contado a sus padres en el colegio? y a los padres se les pregunte ¿qué preocupa a tus pequeños? ¿qué planes harás con ellos? ¿quién es el monstruo come galletas, Peter Pan, la Cenicienta? ¿Qué enemigos invisibles les has evitado y qué amigos invisibles te han presentado?

Ya se que es preciso pensar en soledad, es preciso vivir y disfrutar la soledad... pero eso sólo es posible si también se piensa en compañía, si se vive y disfruta de la compañía.

Compañía de amor... es como un pincel que devuelve el color a la piel y hace aparecer "seres humanos" debajo de los "hombres grises" que todos los días miramos.

frid

8 comments:

mercedes saenz said...

Me encanta esa postura, esa mirada a las cosas. De las más pequeñas hacés una cosa importante. Eso trasladado a la forma de entorno comunitario, del sentido más elemental del individuo, de mirar al otro lo mejor posible cómo se pueda, aunque no se lo conozca. Muy bueno Frid! Saludos Mercedes Sáenz

Unknown said...

todo esto lo trae el progreso... esta en nuestras manos cambiarlo, aunque solo sea en nuestro entorno... sal, mira, rie y disfruta en buena compañia.

rasputinsky said...

Mercedes: hoy he disfrutado con la "medio gata" de tu cuento... y tengo historia que iré madurando con mi mochila en mis Pirineos oscenses.

Raul: una gran cosa pasear por tus miradas. Gracias.

mercedes saenz said...

Buena caminata y cantimplora! Salen buenas cosas a la vuelta de la montaña! Hasta el próximo escrito. Mercedes Sáenz

Celena said...

Pienso que en mi habitacion hace varias semanas veo llover como bien decis.......confio en que salga el sol
Muy lindas palabras..

Blonde said...

Gracias rasputinsky por hacerme partícipe de tan acertado y bello escrito. Esperemos, todos, que nos devuelvan el color a la piel..

inés k. said...

Disfruté mucho tu escrito,
en especial, aquella última frase.
Cálidas palabras..

Veronica said...

Como un fino pincel.

«Le plus profond, c’est la peau»

-Paul Valéry.

Saludos porteños para usted. Muy lindos sus textos.