Wednesday, November 24, 2010

Relato circular

Soy bella, se dijo la rana al mirar al sapo aberrugado.

Soy ágil, pensó la libélula al escapar del lengüetazo de la rana.

Soy rápido, afirmó el gorrión al zamparse a la libélula.

Soy astuto, creyó el gato al arrojarse sobre el gorrión desde su escondite.

Soy valiente, fanfarroneó el ratón al entrar en su agujero perseguido por el gato.

Me alabo el gusto, comentaba el mosquito al sorber la sangre del ratón al que picó.

El sapo se engrulló al mosquito sin pensar nada

frid

Microrrelato

Avanzo cada vez más rapido, pensó la piedra en su caída.

frid

Thursday, June 10, 2010

Estrategia infantil

Eh... mira que era pequeño, sí era el más enano de su clase. Iba adelantado. A su madre le daba pena mandarle al "cole" a la tierna edad de cinco años, pero se había empeñado. Quería ser como los mayores y, además, en casa, los pequeños daban trabajo.

Y al fin y al cabo, la madre era maestra, el niño asombró al religioso que recibía al nuevo alumno: leer sabía y escribir también algo. Y dibujar palotes no se le daba tan mal para dar el cante.

Y ¿qué hace un niño tan pequeño dentro de la clase? Sobrevivir y sacar ventaja de lo que tiene.

Los primeros días: observación y no hacerse notar demasiado. Luego: la estrategia... y al final ¡todo se destapó!

La madre va a recoger a los niños al Colegio y escucha a otra señora hablar con su niño, grandote y fuerte. ¿Dime quién es el niño que te roba el bocadillo todos los días?

El chaval se resiste, calla, pero la madre insiste y así, a la salida del Colegio señala a uno muy pequeño, que no tiene ni media bofetada... "Es ese"

Era ese, me consta. Pero también me consta que la reacción de la señora no fue violenta. Ojos como platos y una carcajada.

La madre del pequeñarra interviene, le dice que es su hijo y buscan entre ambas aclarar el misterio.

Y es que el grandote y fuerte y el más pequeño de la clase habían formado tándem: el pequeño enseñaba al grande, le corregía los deberes. El grande, a cambio, era su fuerza y su despensa. Y las madres se hicieron amigas.

Lo de la alianza con el poder de la fuerza siguió... la despensa se corrigió y el pitufo comenzó a llevar también él a clase su media mañana en la cartera.

El año siguiente el crío repitió párbulos, aún así seguía siendo el más pequeño de la clase, si bien se hizo amigo de otro de su talla. Ese año "como veterano" no necesitaba guardaespaldas.

frid

Wednesday, April 21, 2010

¡Mata tu dragón!

 
 
Este viernes es San Jorge, han empapelado la ciudad con carteles verdes con grandes letras rojas proponiendo un nuevo torneo municipal "¡Mata tu dragón!"
 
Ha amanecido como siempre, siempre muy temprano, pero la vida es así y me he dejado caer del lado bueno de la cama. El sol era como una lanza de fuego entrando por una rendija de la ventana. No había manera de ocultarlo, estaba todo risueño advirtiendo a todos, incluso a los zánganos, que un nuevo día ha comenzado.
 
En la calle jolgorio alrededor de los cartelones, lustrosos, luminosos, con color de mermelada de ciruela, tanto que algún crío les daba lametazos. ¡Eh, niño, deja de chupar carteles!. ¡Pero si sabe a mermelada!
 
Al fondo un dragón de oro y rojo, sonriente, amenazante, moviendo la cabeza con malicia y echando fuego de verdad. ¡Huy, casi me escalda el bigote!. Eh, espera, dragoncito, que vengo con las salchichas ensartadas en un hierro, ¡a la salchicha caliente, la vendo a dos ochavos!
 
Hoy la gran fiesta consiste en "matar tu dragón", lo dicen todos los pasquines de sabor de mermelada que atraen a los orondos niños de la ciudad, y a los taberneros que aprovechando el fuego ahorran carbón para preparar el chocolate caliente con churros del lugar.
 
En la plaza han puesto un puesto un graderío, los munícipes están ahí todo perifollados hablando de cosas inútiles, típico de políticos, mientras se zascandilean entre sí, alguno apuñala al otro de su misma facción, otro echa aceite hirviendo en el desayuno del Alcalde (es su asesor que quiere ser califa en vez del califa), otro filtra a la prensa los bienes de la hija del ministro, criaturitas inocentes. ¿Es ese el espectáculo, es ahí donde está el dragón?
 
 
Los niños no están para tonterías, con el lanzón de San Jorge se relamen los labios y con un caramelo largo en forma de lanza se pelean entre mordisco y mordisco... del caramelo por supuesto. Las niñas hablan aparte de sus cosas, como siempre, por mucho que el maestro de escuela sea un "progreso de inteligencia". Ahí están los pedagogos discutiendo sobre la materia para educar ciudadanos, acalorados, golpeándose en los ojos para aclarar la visión del otro, pegándose en la espinilla para agilizar la marcha del progreso. ¿Es ahí donde está el dragón?
 
Los dragones de los carteles ya se han escapado y al ruedo se han ido para amenizar la fiesta. San Jorge desde el pináculo de la catedral pincha y pincha una y otra vez al dragón infernal. Éstos dragones miran con espanto esa imagen y, por si acaso, van todos a ver a la Virgen del Pilar, que no quieren saber nada con Satanás.
 
Dragones al ruedo, el espectáculo va a comenzar. El aire se llena de fuego, la municipalidad se viste de miedo y se van a organizar. Los pedagogos, los asesores, los salvadores del planeta piensan que el espacio aéreo puede peligrar y salen por piernas a deliberar.
 
 
En las gradas sólo queda la gente normal. Los dragones extienden sus alas, los niños salen a volar. Las niñas se apuntan al juego poniendo cursis lazos de su color en las patas de los pacientes dragones mientras vuelan y vuelan hacia las estrellas para luego volver a bajar.
 
La fiesta sigue. Los fogones alados colaboran con el maestro cocinero. Es la hora de los mayores, el vino corre sin necesidad de soplar. El baile mezcla jóvenes, dragones, niños y padres. La danza prosigue, la noche se acerca y, con la noche, vuelve la municipalidad, los pedagogos, los asesores, y demás inventores de la realidad.
 
Ya sólo queda la plaza vacía, con los letreros del bando municipal !Mata tu dragón!
 
El Alcalde, chamuscado el trasero, afirma: el año que viene, será de verdad, mientras sus hijos pequeños se le abrazan todo contentos de lo bien que se lo pudieron pasar.
 
El cuento acaba viendo cómo ese padre, enternecido y algo grueso, lleva en cada mano un chiquillo mientras le siguen sumisos dos dragoncitos malévolos, yéndose todos a retirar.
 
frid

Thursday, January 07, 2010

Nisha: Un cuento de Navidad


Este cuento es de otro, me lo han contado y, aunque quizá invente algo, el fondo y la trama merecen que se respete.


Es la "historia de Nisha", o mejor, es un fragmento de su vida. ¿Qué será ahora de ese niño?


Rusia, un orfanato.


Ha caído el muro de Berlín, se desmorona el comunismo y se abre Rusia a una esperanza de tiempos mejores. ¿Libertad? La fe en ese país ha sido tarea de abuelos, quizá la historia podría ser la del abuelo de Nisha contando relatos navideños. Pero Nisha no tiene abuelo, no tiene ni padres, está solo. ¿Sólo? No, vive con otros niños en un orfanato. Y ha llegado la Navidad.


Un pope sube al colegio invitado por los que gestionan la entidad. Ahí sí hace frío, las huellas del anciano, porque es anciano, se marcan en la nieve, dejan señal, una señal de entrega, porque vale la pena contar a esos niños, ¡por primera vez! una Historia de Navidad. ¿Qué habrán escuchado esos niños en un país empecinado en erradicar a Dios de los corazones?


Los niños saben que el día es algo grandioso, es una Fiesta, pero la sorpresa que tienen preparada los cuidadores es la visita del anciano que cautiva a los niños por sus ojos llenos de emoción, por su barba de nieve, por su gorro y vestimenta hasta ahora nunca vista.


Y el pope cuenta... cuenta la Historia que todos nosotros rememoramos en Navidad. Los niños quedan embelesados, algunos incluso dejan derramar sus lágrimas ante ese otro Niño que nace sin un hogar que le acoja.


Cuando el pope se va, los maestros encargan a los niños que dibujen la escena que han escuchado. Ellos ven que en un rincón del aula hay un Belén y, prácticamente, todos hacen una réplica del Belén. Todos menos uno, Nisha, que hace un dibujo peculiar, un Belén con dos niños.


Asombrado su tutor de ese dibujo llama a Nisha y le pregunta por la Historia narrada. Nisha es muy inteligente y describe todo con fidelidad hasta el momento en el que María pone al Niño, envuelto en pañales, en el Pesebre. Ahí la Historia cambia.


Cuenta Nisha:
"Y entonces el Niño me miró y me preguntó si tenía algo que entregarle como los pastores. Yo le contesté que no tenía nada, ni padres, ni ovejas. Y, entonces pensé qué podría darle... y le dije: Que tenía el calor corporal, que se lo podía dar si me dejaba estar con él. Él me sonrió y me dijo que eso bastaba, que se lo diese y que Él siempre estaría conmigo. Entonces entré en el Pesebre y le di calor con mi cuerpo.


María y José miraban y aprobaban mi osadía".


Y se hizo un silencio. Los maestros piensan que Jesús le dijo a Nisha verdaderamente que "siempre estaría con él". Su audacia fue un ejemplo para todos. Y hoy, acabada la Navidad, podemos continuar dando el calor de nuestro cariño a ese niño que es Dios y Él siempre estará con nosotros.


frid