Wednesday, April 30, 2008

Si queremos provocar el cambio III (En la cima)


En la cima.

Cuando la montaña se empina, cuando la áspera subida deja atrás a los domingueros y van quedando sólo los auténticos montañeros... el panorama ya no está tan transitado... las vías muchas veces son las primeras vías. Aproximación y ascensión, ensayo y triunfo... eso es la vida.

A veces soy muy ingeniero al escribir, claro... otras veces me dejo llevar por los sueños. Tengo un intento en lo que escribo... que mis amigos de lectura acaben lo que digo, lo mediten... estén o no de acuerdo... pero que capten algún matiz que les permita ser mejores... que les permita encontrar nuevas vías para ascender al a cima que es la culminación de una vida bien vivida.
Esta miniserie ha sacado de mí al ingeniero... al que busca hacer caminos para que sean otros los que los anden... si bien intento pasar por ellos primero.

Ahora mi autor es Marcel Brion, genial describiendo a Maquiavelo y la sociedad europea de finales del siglo XV. Ahí los hombres, renacentistas, buscaron un ser humano que se desarrollase sin trabas... Cesar Borgia, Alejandro VI, Julio II, los Sforza, los Gonzaga, los Colomna, los Moro... son personajes que no habrían atravesado los pasos únicos entre barrancos que marcan la vida. Nunca habrían aceptado otra cosa que su propia voluntad y el poder de su fuerza. Tiranos geniales sin trabas de conciencia para lograr sus objetivos. Muchos triunfaron, fueron señores de ciudades y les heredaron sus hijos.

Y yo ¿proponiendo un mundo de justicia? ¿recomendando unas sendas que ascienden la montaña, que llevan a lo alto, en vez de aconsejar la genialidad de hacerse con los valles, y gobernar imperios de intereses? ¿qué grande debe ser la meta y qué segura, para buscar lo novedoso... el imperio del amor, del servicio, de la delicadeza, del cuidado de los otros?

Nuestro amigo Maquiavelo habría propuesto hacer puentes, levantar estructuras... construcciones humanas que, ciertamente, habrían trasladado el poder de los tiranos de unas tierras a otras. Ahora no hacen falta. El "uniformador de la cultura" es la televisión que no sólo nos traslada a cualquier parte de la tierra sino que nos traslada un modo uniforme de pensar... válido para cualquier lugar del mundo.

Hoy los valles están controlados por sistemas de conducta que se llaman a sí mismos progresistas. Sistemas horizontales, del "carpe die", del instinto.

Por eso las montañas están tan despejadas. Pocos se aventuran al "per aspera ad astra" pero ahí están las cimas inmaculadas, sus vías preparadas, sus grados de dificultad, los engarces para las cuerdas, las fuentes de aguas cristalinas, los lirios de montaña, los paisajes de especial belleza a nuestros pies, el codearse con las otras cimas... y el mirar "de hito a hito al sol"

En la cima... silencio y no más preguntas. ¿O es el momento de Esa Pregunta?

frid

Tuesday, April 29, 2008

Si queremos provocar el cambio II (los pasos de montaña)


A veces, cuando exploro un nuevo camino y voy acercándome a un barranco... observo cómo las sendas erráticas de los animales salvajes van confluyendo hasta una senda clara... es aquella que sirve de paso en los tramos difíciles. Una vez cruzado el paso... las sendas se vuelven de nuevo divagantes.

Si queremos llegar al destino de la vida nos pasa lo mismo que en la montaña. Normalmente nos podemos dejar llevar, podemos elegir nuestro capricho... pero siempre hay momentos en los que la elección determina que nuestra senda vaya a alguna parte o se quede estancada y divagando.

Normalmente los pasos son angostos, pero posibles... difíciles de ver, pero existentes... requieren esfuerzo, pero llenan después de una gran satisfacción al abrir nuestra vida a nuevos horizontes.

Creo que esos pasos se llaman fidelidad a la palabra dada, lealtad a los compromisos, obediencia a la autoridad legítima. Son momentos en los que la voluntad admite que hay algo externo que le marca el camino. Voluntaria, nunca pierde la opción de negarse... pero es así como se crea y mantiene la familia, la amistad, la nación o la sociedad humana.

Los demagogos nos dicen que es claudicar, que es como pasar por las "horcas caudinas"... una humillación innecesaria. Te venden la libertad sin ataduras, pero esa libertad es como la de la mariposa que no genera estela, que no marca senda, que no avanza, que se estanca.

Siempre en el mismo prado, en el de mi apetencia, en el de mi gusto... La fidelidad crea nuevos horizontes: la familia que expande nuestra existencia hacia el futuro; la lealtad hace que nuestra vida se multiplique en la vida de nuestros amigos, somos varios viviendo juntos, compartiendo vida; la obediencia hace que se sumen esfuerzos personales y formen un proyecto colectivo... las naciones, que serán grandes si son grandes y libres los hombres que entrelazan en ellas la obra que construyen.

Los pasos son estrechos, difíciles... pero son "normalmente" el único camino a nuevos valles, a nuevos horizontes.

frid

Monday, April 28, 2008

Si queremos provocar el cambio I (el grajo y el águila)

Paseamos varios amigos por el monte, eso da lugar a la confidencia.
Hay paz, el ruido mayor es el del petirrojo, o arriba unos grajos intentando hacer que un águila suelte su presa.

Todos los grajos, negros, unidos, turnándose, azuzan y marean al águila... quizá le hagan desistir. Ella ha decidido volar más y más arriba para alejarse de tamaños intrusos... son molestos.

Si lo vemos así, es claro que nuestra simpatía va hacia el águila. Ella ha trabajado, ha cazado limpiamente una pieza y no entendemos el afán de socializar que tienen los grajos. Ahí se muestra lo injusto del socialismo como doctrina: el fruto del trabajo para todos, menos para el expoliado. Nos hierve la sangre ante tanto descaro. Y es verdad. La diferencia debe existir y debe ser proporcional al esfuerzo de los hombres.

La misma escena: me comenta un amigo... "también es posible"... que sea el águila la que esté volando en la zona de nidificación de los grajos y ellos pretendan que se aleje de sus crías. Están defendiendo su territorio... defienden la vida. No les vale eso que el águila es más fuerte y puede hacer selección genética. Ellos, los grajos, pretenden que todas sus crías vivan... si bien dentro de un nido de pájaros no hay solidaridad ninguna. Pero el hecho es que ellos agreden justamente al aguilucho.

Y ahí vemos como el águila pierde nuestra simpatía. Es el agresor injusto. Entendemos las guerras defensivas, y nos damos cuenta de lo absurdo del pacifismo absoluto. Es de justicia defender la vida de los tuyos. Vuelve a plantearse la necesidad de preparar la guerra si se quiere tener la paz. La realidad es que siempre hay seres humanos que quieren conquistar territorios o vivir a costa de los demás. Conquistadores, ladrones, perezosos... una gradación de personas que viven "por cuenta ajena".

No es tan difícil encontrar en estos ejemplos los sentimientos de justicia... y profundizar con la razón para comprobar y juzgar qué está bien o qué está mal. Un mismo ser puede ser malo y bueno en acciones diferentes, merecer nuestra aprobación o nuestro rechazo. La demagogia, que no la retórica... sólo verá uno de los dos modelos, aquel que sirva a sus intereses.

Si eres grajo hablarás de la rapaz que merodea tus nidos... si águila... de los grajos que quieren arrebatarte tu presa.

La inteligencia está en desenmarañar estos viejos trucos.

frid

Thursday, April 24, 2008

¿Habrá setas?


Obsesión del setero. Y cuento dedicado a Marga y a Paco y al Grupo MicológicoCaesaraugusta.


Ha llovido en días pasados. Las nubes vinieron cargadas de agua y, generosas, soltaron su carga en días continuos empapando la tierra reseca. Los suelos se han tornado esponjosos, empapados han despertado micelios dormidos. Se siente la vida en la tierra escondida.

Corren rumores... se dice que la temporada comienza. Se pregunta el setero con ansias de campo ¿habrá setas?

Se forman grupos de expertos, hablan de litros de lluvia, de rumores en valles que llegan, de platos que comienzan a estar disponibles en las fondas de tierras arriba.

Sueño apoyando el oído en el suave suelo. Escucho... se oyen rumores... crujir de terrones, apuntando formas brillantes, húmedos reflejos en prados mojados que esconden su nacer incipiente en la hierba que también despunta sus nuevas flechas verdosas.

Sueño inquieto. Ya se ven los campos de botones de esmalte que crecen... y crecen.

¿Seré el primero? ¿me esperan las setas?

La tierra traslada olores de hongos. Perezosas vacas se dejan llevar como si nada ocurriese, el olfato excita sus morros bien finos. Y se recrean en las blandas formas recién renacidas. Bocado sabroso.

¿Dejarán un resto al inquieto setero?

Y los mozos del pueblo... antes que el sol se levante van a los campos de arriba con cestas vacías. Son los primeros mientras las vacas dormidas se apartan ante tanta codicia. Ya vuelven cantando por dentro y tapando las cestas repletas.

Y yo me pregunto ¿dejarán un resto al inquieto setero?

Ya sale el coche, ¡qué larga se hace la espera! ya llega a su zona secreta. Se amaga la dirección contraria a su coto... y mirando siempre la senda que deja, se acerca a su campo el inquieto setero...

Ya llega a su prado y recrea la vista en el resurgir de sus primeras setas, que brillan al sol como gotas de agua, reflejando su piel tensa de blanco marfil.

¡Qué alivio! ¡qué angustia pasó nuestro pobre setero!... al fin recoge del húmedo suelo su preciado botín.

Vuelve a su casa pensando que esta vez las setas ahí estuvieron, pero inquieto pregunta al día postrero ¿dejarán un resto de setas al ansioso setero?

frid

Un divertimento. Pero los progres se lo creen. Una de cromosomas.


Es sólo un juego matemático, con ironía "matemática". Es claro que pienso que "ser humano" es algo más que contar con 46 cromosomas.

Un amigo me ha pedido que reedite este post que publiqué hace tiempo. Es sobre el inefable proyecto del Gran Simio. Hoy está en aragónliberal. es

Una de cromosomas. Los simios tienen más.

He intentado ver el alcance intelectual de la medida que nuestros grandes diputados han establecido para la protección de los grandes simios... y ha caido en mis manos un dato que me ha preocupado... en lo referente a cromosomas, los simios con sus 48 cromosomas nos aventajan, aunque por poco... nos faltan dos.

Analizando datos que cualquiera puede extraer de Internet, parece que la razón la tiene el Proyecto Gran Simio. ¿Quien quiere compararse con la pobre mosca, que sólo tiene 5 miserables cromosomas? o con la paloma de la paz... ¿acaso con 16 cromosomas se puede ser portador más que de un ramo de olivo?, probablemente por eso es tán difícil la paz ¿quien hace caso a 16 sencillos cromosomas?

No tengo nada contra el gusano... sus 36 cromosomas, como los 40 del cerdo muestran la razón de la poca estima que tenemos a esos bichos, si bien uno es la carnaza ideal para la pesca y el otro es la carnaza ideal para acompañar con un buen vino. Pero entiendo que los musulmanes y judíos, más cultos, consideren impuro un animal que con 40 cromosomas no da más de sí.

Si subimos en la escala encontramos algo preocupante, que no nos den gato por liebre, que pasar de 46 a 38 es mucha diferencia. Sin embargo aquí se quiebra la teoría socialista. ¡Tenemos los mismos cromosomas que la liebre! ¡protejamos a la liebre y a los conejos! Es claro que el conejo merece llevar el reloj de Alicia en el país de las maravillas. Seguro que si Zapatero hubiese visto ese filme... habría sacado el Proyecto del Gran Conejo... es más afín a nosotros cromosómicamente hablando.

Pero ¡qué maravilla!... los borregos son una raza superior, con sus 54 cromosomas, 8 más que nosotros, son más dóciles y obedientes... ¿porqué no una sociedad de borregos?... son ¡tan manejables!

Sin embargo, donde de verdad encaja la teoría zapateril del gran simio está con las mariposas: 380 cromosomas y ¡ale! a mariposear de flor en flor diciendo lo primero que se me ocurra... eso sólo estará reservado al equipo gubernamental... que con una superioridad aplastante nos apabullará con su inteligencia. ¡380!

Lástima que el helecho, planta primitiva como las hay, tenga 1.250 cromosomas... ¿y si la evolución es al revés y lo que prima son los cinco cromosomas de la mosca?... o el átomo primigenio que ni siquiera tiene esa aberración cromosomil.

Frid

La felicidad de una pieza de puzzle.


Soñando estoy despierto. Porque pienso que mientras escribo este texto le digo al Señor de los Planos que maneje a su gusto esta pieza de puzzle. Y sueño, sueño despierto, que cuenta conmigo para hacer paisajes espléndidos. Es la sensación del niño con la bolsa de palomitas llena y los ojos como plato en la pantalla grande del cine de barrio.

Paradoja... "sé cómo puede acabar esa película"... un abrazo amoroso al final de la vida entre esta pieza de puzzle y el Señor de los Planos. ¿Egoísmo? Cierto... quiero ir al Cielo.

Algunos de los que me gritan que "pienso en el premio", que "así no hay mérito", que "soy un egoísta redomado"... son los mismos que se sacrifican para mantener su figura evitando grasas con dietas leoninas, que buscan siempre el placer inmediato, que se apuntan al caballo ganador y que, "por prudencia", son tumbas silenciosas ante injusticias clamorosas.

¿Egoísmo querer participar en una película que termina bien? ¿No es más egoísmo buscar vivir siempre al dictado de mi placer?

Me dirán que "son solidarios", que se preocupan de los negritos y los chinitos. Mi solidaridad es distinta, empieza con las piezas del puzzle que comparten contornos.

Entiendo que el casado sea primero solidario con su propia mujer. Una-sola-carne, como dice Alfonso Basallo. Y su egoísmo bendecido por el Cielo le llevará a quererla como a sí mismo... más aún del "como a sí"... porque es "parte de él". Se quiere amando a su esposo o esposa, y quiere a Dios en ese amor.

Pero el Señor de los planos dio el consejo: "ama a tu prójimo como a ti mismo"... luego ese amor a uno mismo debe ser algo serio y no debe tener nada que ver con esa deformación moderna que confunde "amor" con "gustirrinín", "entrega" con "búsqueda de la satisfacción del propio instinto".

Me dice algún amigo psiquiatra que el equilibrio personal está unido al sano egoísmo, a la autorrealización hablando en clave del lenguaje moderno. Si no te amas... te deprimes y atentas contra tu vida con más facilidad.

¿No vamos a amar lo que el Señor de los Planos ha puesto en el mundo con tanto cariño? pieza del puzzle divino, Él te ha elegido para diseñar sus paisajes eternos.

Hablando de esa "solidaridad" con lo lejano... esquinas muy lejos del contorno de nuestra pieza, pienso que podemos estar así olvidando que nuestro ensamblaje inmediato se llama "próximos", que de ahí deriva la palabra "prójimo". Mi esposa, mis hijos, mis padres, mis amigos, mis conocidos, mis vecinos... los habitantes de mi pueblo, de mi patria y de todo el mundo. Una escala de encaje para esa capacidad de unir que reside en el corazón humano.

Amar al Señor de los Planos, a Quien te puso en el puzzle de la vida, supone amar las piezas del puzzle y desear que todas ellas acaben formando paisajes de colores en la eternidad.

Pero la pieza concreta, tú y yo... tenemos primero que desear formar parte del juego divino y, después alargar los brazos en un abrazo de entrega a los más cercanos... y así la cadena va haciendo que las piezas encajen sin fisuras ni grietas.

frid

Wednesday, April 23, 2008

Recomponiendo puzzles.


Cuando hablo de "puzzles incompletos" es porque habitualmente veo en la vida esas escenas. Muchos puzzles rotos que añoran recomponerse y otros que piensan que están completos.
Mi libro, si alguna vez lo escribo, sería un libro de restauración artesana de los "puzzles rotos". Algunos son muy difíciles de reparar porque como no se ven ellos, creen que sus "recomposiciones" son estupendas... y ciertamente desde el lado de la vista han encajado una boca con un dedo... han fabricado monstruos.

Ciertamente el Señor de los Planos creó cada pieza del Puzzle "única", irrepetible, con millones y millones de esquinas y con gran capacidad de encaje. Todos los hombres estamos llamados a componer ese puzzle. No sobra nadie.

Algunas aristas encajan de modo natural, sin problemas y así toda la vida. Circunstancias, amores familiares mantenidos, amigos de la infancia... pero otras exigen una elección que puede ser equivocada o revocada, arrimar aristas a otras aristas de modo voluntario.

La pieza puede aceptar las obligaciones que la vida impone que van exigiendo un vencimiento continuo. Padres enfermos, amigos impertinentes, hijos respondones, marido o mujer que pasan un mal momento.

Esas piezas pueden chirriar y romperse, normalmente porque el engranaje, el aceite del amor, falla. Y es entonces cuando tendemos a simplificar. Arramblamos con las tijeras, cortamos aristas, rehacemos contornos y creemos que encajamos perfectamente.

En el otro lado del cuadro, cuando eso pasa, las imágenes quedan distorsionadas y aparecen paisajes que podrían estar en la "Estancia del Sordo"... sueños de pesadilla.

La pieza de puzzle parece "arreglada" para encajar con nuevos contornos, pero queda siempre dañada.

A pesar de todo, de ahí surge la posibilidad de encaje en un nuevo puzzle, el de las piezas sueltas, las piezas rotas o las piezas abandonadas. El Señor de los Planos está deseando que todas las piezas del puzzle de la vida entren en su cuadro. ¿Eso será posible?

Para reincorporarse al puzzle divino no vale decir que "aquí no ha pasado nada". Madres que mataron a sus hijos, maridos que abandonaron a su mujer, hijos que dejaron a sus padres mayores en un asilo, empresarios que se enriquecieron de modo ilícito, políticos corruptos... son todos una pieza desencajada que no ha sido aún arrojada al cubo de los desechos. Ellos desecharon a otras piezas, pero no son casos desesperados si rebobinan su historia, si rectifican, si reparan conductas.

Los héroes no son los que nunca cayeron... son los que se levantaron siempre, los que al final, en el momento de colocar la última pieza, la engranaron en el amor y en el arrepentimiento.

Por eso digo que las piezas que se negaron a formar parte del puzzle divino... podrán retornar en vida con "rojo y dolor"... con arrepentimiento y contrición.

No están peor parados los que han sido injustamente tratados si mantienen el bálsamo del amor. Al Señor de los planos le brillan en las manos con especial valor las piezas del puzzle que nosotros desechamos: niños abortados que han retornado a su Seno sin conocer la malicia ajena, mujeres abandonadas que sacaron adelante el hogar roto con entereza y sin azuzar el fuego del odio, los humildes y explotados de todos los tiempos que saben que Dios nunca les abandona, los pobres, enfermos, ancianos. Esa pieza es de oro fino. Su "sangre y dolor" está regado por la ternura del Señor de los Planos.

De esas piezas salen paisajes espléndidos que se extienden a lo largo del tiempo. No, ellos no son puzzles rotos aunque otros humanos así lo pensaron.

Los puzzles rotos son sólo los que dejaron de amar, los que quisieron fabricar su propia vida y poner a todo el mundo en la órbita de su placer, de su interés, de su poder.

Es de ellos de los que se precisa un "Manual de recomposición" artesana mientras haya aún tiempo.

frid

Monday, April 21, 2008

Puzzles rotos.


Un amigo me ha pasado el libro de Alfonso Basallo "Pijama para dos", he disfrutado leyéndolo y saludando al indio siux que aparecía con frecuencia: "una-sola-carne" y me ha hecho pensar sobre los puzzles incompletos.

El Señor de los Planos cuando planificó la vida de los habitantes de sus mundos creados hizo un puzzle, un puzzle muy singular. Todas las piezas eran diferentes, podría hacerlo un experto viendo el paisaje o no, pero en cuanto las piezas encajaban... el puzzle tomaba vida.

Cada pieza tenía un don, el de la libertad. Podría elegir entrar en el puzzle o salirse... pero si entraba eso empezaba a crecer, a crecer... se veía ella misma como un enorme cuadro que componer y que sugería nuevas ventanas, de cada ventana surgía nueva vida... y todo porque había decidido decir que sí al plan del Señor de los Planos.

No era monótono ese Sí, era creativo. La única condición era elegir el lugar que para él se le había dispuesto.

Dentro de las piezas había normalmente, en la mayoría de los casos, una "única" pieza complementaria. Todo te llevaba a ella. Más bien NADIE en el puzzle podía estar sólo. O elegías una pieza del puzzle como compañera o elegías la pieza maestra. El encaje se llamaba amor. Y la pieza maestra era el Amor con Mayúscula. Si bien ese amor terreno se convertía en una "única pieza" que podía volver a elegir asociarse con la maestra. Y esa asociación abría el cuadro a nuevas piezas... multiplicándose los paisajes, las historias y los colores.

Sin embargo no todos los elementos del puzzle aceptaban la elección ni permanecían unidos a la pieza que hacía de compañera.

Cuando eso pasaba en el puzzle se perdía una pieza. Algo no encajaba. Se formaban paisajes, sí, pero teñidos de rojo y dolor. Eran los puzzles rotos que el Señor de los Planos recogía y observaba intentando ponerles remedio.

Esos puzzles requerían más y más atención, aunque no siempre se lograba restaurar las historias. Y, de hecho, surgían cuadros con luces y sombras muy valiosos que pasaban por la senda del dolor.

Pero otras veces, lo siento, el puzzle acababa por imposible en el cubo de los desperdicios, lo que producía un gran dolor en la Casa de los Planos... porque al negarse a ser útil a los demás seres... la pieza egoísta crecía y crecía y contaminaba paisajes sembrándolos de rojo y dolor.

A mí me hubiese gustado que algún escritor hablase de los puzzles rotos, de esas familias desgajadas por egoísmos, por incomprensiones, por locuras pasajeras... de esos hijos víctimas, de esas historias fracasadas... y hablase de cómo hace el Señor de los Planos para restaurar la armonía primera. Porque Él no desecha en la vida una pieza del puzzle, siempre genera contornos nuevos donde encajar las piezas, si bien esos nuevos lugares suponen pulir aristas, recortar esquinas... y pasan todos por el rojo y el dolor.

Lo que no funciona es decir que no pasa nada y que se puede rehacer esas piezas con uniones postreras. Siempre, de alguna manera, es preciso recoger en la pieza "toda su historia", incluso aquella que causa dolor.

frid

Saturday, April 19, 2008

El agua entre las manos.

Llegamos sedientos a la fuente, después de una larga caminata, nos agachamos... hicimos con las manos un cuenco y bebimos, la mayor parte se nos escapaba como agua entre las manos.



No se sujeta el agua entre las manos, fluye, pasa... sólo se admite temporalmente como vasija agrietada en la que saciar la sed. Pura y cristalina no permite ser encarcelada. Y, cuando haces charca, ese mismo agua se enferma... putrescente se convierte en vivienda de las ranas.

Dolorosas noticias... las dos en el mismo día. El padre de un amigo... un hombre ejemplar, de vida bien vivida pero llegando al final. El tumor ha sido el aviso. Y ahora ve su vida como "agua entre las manos"... ¿retener su flujo, parar su recorrido? Imposible. Pero ese aviso es un toque de amor. Está preparando el salto para encontrarse en el momento oportuno con el Señor de los Planos.

Él le trazó un recorrido y como dice la copla de Jorge Manrique... "nuestras vidas son como ríos que van a parar a la mar, que es el morir"... La mar..."la inmensidad"... la calma, la paz. Pero ¿Van todas las vidas al mismo mar? Serenos finales de vidas vividas. Inquietos pesares en otras vidas que no siguieron la senda marcada por Planos Divinos.

Mi otro amigo ha sufrido una recaída. Pensamos que la vida seguiría... ahora pensamos que su cuerpo falla, se rompe... es casi de porcelana. Y en cualquier momento no habrá quien pueda reparar más su vasija ya tan delicada. Su vida ha sido una vida de Amor. Lo dejó todo por seguir al Señor de los Planos... y espera encontrarse con Él en el Mar Océano.

Yo sigo el camino, bebiendo en fuentes montanas, la cima está alta, muy alta... y una llanura es sólo un pasajero descanso. He visto en el Plano que son sólo valles colgados y esperan subidas muy recias si bien en todas se adivina el paso adecuado.

Subo remontando corrientes de agua... observo cómo la vida siempre pasa. Pensamos que somos eternos cuando contamos los años en pocas decenas... después ya ni pensamos... las prisas nos marcan su senda sin que apenas nos demos cuenta. Y si llaman, de la hora postrera, pocos son los que se han dado cuenta que toda su vida, toda ella... se fue de sus manos sin apenas beberla. Vivieron la vida de otros, hicieron lo que otros dictaron, no hicieron lo que quizá, al final del camino, les llevase a ese punto en el que se ve el Mar Infinito.

Atardece para esos amigos. El Sol, curioso fenómeno... se oculta para los otros mortales... para ellos les lanza un rayo postrero que les abraza, les da un calor nuevo y les muestra los mares inmensos que con su amor han llenado.

Su Mar Océano no es una charca de ranas. Es la inmensidad llena de vida donde los Grandes Amores y el Señor de los Planos les darán la bienvenida.

frid

Friday, April 18, 2008

La escultura mutilada.


Hoy día vemos la Venus de Milo sin brazos, y tantas esculturas sin cabeza o mutiladas... y pensamos, es el paso de la Historia, siempre acaban llegando los bárbaros.

Recientemente, aunque pasa inexorable el tiempo, hubo un suceso que llamó la atención mundial, los Budas afganos mutilados por los talibanes. Todos pensamos que eran bárbaros del siglo XXI y que seguían existiendo.

Hace unos años que alguno se empeña en reivindicar de modo glorioso lo que para otros nos parece vergonzoso: esa época en la que algunos españoles se dedicaron a la quema de conventos. Un odio bárbaro que calificó a los actores del drama en el que, siguiendo consignas, corrió sangre inocente.

Ese modo de obrar es antiguo y tiene su "tempo". Alguien difunde calumnias, azuza el odio, incita a la masa... y esa muchedumbre informe, emborrachada de odio, casi inconsciente... pide que "le crucifiquen", que ellos "no tienen más rey que el Cesar"... "que le quemen en la hoguera"... eso también se hace con los símbolos del crucificado y de su cultura.

A veces parece que la Serpiente antigua gana la partida. Tiempos hubo que los Emperadores Romanos, los más poderosos de la tierra, aplicaron medidas de eliminación de los cristianos... sin éxito pero con mucho dolor, llanto y también de "heroico perdón". Los nazis quisieron exterminar al pueblo judío, los Comunistas una religión... es algo repetitivo... siempre hay bárbaros.

Los frutos de la barbarie se notan en la Historia... esos brazos de la Venus, las esculturas de Fidias en el Partenon, los Budas afganos...

Ayer paseaba por Zaragoza, había llovido y el agua limpiado la atmósfera. El sol alegre de la tarde daba de lleno en la fuente. El rumor del agua deslizándose por la columna era un rumor esperanzado... pero esa columna era la base de una escultura que ya no está. El Ayuntamiento la recogió porque había un Buen Pastor decapitado. Todavía están reparándola.

Más adelante, en la Plaza de la Santa Cruz, era la vegetación la que hacía la noble función de tapar las vergüenzas zaragozanas. Había una cruz en el centro de la Plaza, era la memoria de todos los muertos, era el signo más. Alguien la desgajó y sobre el pedestal crece la enredadera pudorosa intentando curar la herida de la piedra... Heridas debidas a la barbarie.

Son talibanes anónimos, odiadores solitarios, añorando épocas violentas donde la pasión exaltada causa estragos.

Gérmenes de intolerancia nacidos en discursos progresistas. Intentan dar un paso más en la "superación del Dios de los cristianos" y son retrógrados: Nerón, Diocleciano y tantos antiguos tiranos ya pensaban como ellos. Gentes del "Terror" que defendían la "igualdad y la fraternidad" a golpe de guillotinas. Personajes modernos que crearon sistemas donde se exaltaba la Humanidad de la Raza o del Proletariado y se torturaba al particular ser humano.

Estoy deseando pasear por el Parque y volver a ver, reparada, la Estatua del Buen Pastor, un símbolo de entrega, de abnegación, de llevar libremente la carga del otro a tus espaldas... eso sí que mostraría que el sol de primavera sana las heridas y fomenta la concordia.

frid

Thursday, April 17, 2008

Los miedos.


Se puede decir que el hombre tiene miedo a los fantasmas, sobre todo a los fantasmas. Cuando la luz se hace, el pavor desaparece y los ojos "inteligentes" buscan remedios.

El miércoles pasado estuve escuchando una meditación que daba un sacerdote católico. Hablaba de muchas cosas, pero a mí me impactó que nos espetase: "te diré una cosa, ¡tienes miedo!, ¡tenéis miedo!"... ahí dejé de seguir el hilo del discurso porque esas palabras entraron muy hondo en mi persona. Eran el ariete contra muchas cosas.

Recordé a Juan Pablo II gritando al mundo eso de "¡No tengáis miedo!, ¡abrid las puertas a Cristo!"... pero no voy a ir muy lejos.

Soy el tercero de siete hermanos. Esos tesoros de cariño... ¿habrían nacido si mis padres hubiesen tenido miedo? Porque puedo pensar que "quizá" llegasen al número tres... ¿al siete? Y he de decir que no iban sobrados de dinero. Aceptaron un reto, vivieron de fe... y lo lograron. No hay ninguno de los siete que pueda decir que "no se vale" o "que no le han dado lo necesario" para salir adelante.

Una frase que podrían aún decir las abuelas: "Dios aprieta pero no ahoga", que podría ser una versión de la frase bíblica del "no os preocupéis de lo que comeréis o vestiréis. Mirad los lirios del campo, los pajarillos que un puñado no valen más de un As"... ¿Acaso ha cambiado el mundo? ¿Dios se ha cortado el brazo? ¿O es que falta fe y sobra miedo?

Los tiempos son distintos... pero no tan distintos como para que el ser humano se haga esclavo de sus miedos.

Miedos y nocturnidad son dos elementos complementarios. Lo que no se ve se teme más que el peligro cierto y a la vista. La imaginación aumenta el tamaño y desenfoca el peligro.

Miedos: miedo a tener hijos, miedo a hablar a los hijos, miedo a decir la verdad, miedo a hablar, miedo a significarse, miedo a que me vean, miedo al qué dirán y miedo al compromiso. Miedos... fantasmas que hacen que la aventura de la vida se quede en el papel de "actor de relleno"... ni secundario ni principal... "masa" para la multitud en una toma general.

En el fondo el miedo es el instrumento que la "serpiente de colores" emplea para que los hombres no vivan su propia vida sino una vida al dictado de los otros y terminen su andar terreno vacíos porque ni hicieron nada que valiese la pena, ni se sacrificaron por alguien, ni amaron.

¿Amar y ser miedoso? ¿Hacer de la vida una monotonía previsible?

Eso no funciona. Las tormentas existen y vuelcan los barcos a los que la ola les embate de lado. Los que se encaran a ella, esos, pueden salvarse.

Miedo tuvieron los delatores en los sistemas totalitarios, miedo tuvieron los traidores, miedo tienen como alimento los hombres grises que no quieren ni vivir ni pensar por cuenta propia, miedo al error que también imposibilita el acierto...

Hablando sólo humanamente, los héroes tuvieron también la tentación del miedo, pero lo superaron. Sabían que podrían morir pero prefirieron una "muerte digna, heroica, incluso trágica"... de la que la Fama hablase... a una "vida mediocre, humillante, desconocida", muriendo con su vida también su recuerdo.

Sólo sobrevive el recuerdo de los grandes miedosos, los que hicieron grandes traiciones... pero por la categoría del traicionado.

Recuerdos infantiles: "impresión fuerte de una película"... "noche agitada"... "fantasmas"... "miedo y de los grandes"... se enciende la luz, se acerca la madre... acompaña al crío hasta que se vuelve a dormir con sus manos enlazadas.

Seguridad sencilla para vencer el miedo: la compañía de los valientes, la luz de la verdad, la razón del amor...

Miedo... es el aliado del actor del montón. Para ser actor principal, y en toda vida siempre hay un puesto, has de vencer el miedo.

frid

Tuesday, April 15, 2008

Muñecas rotas

Historia de una muñeca rota. ¿Hay alguien que no sea también una muñeca rota? ¿quién está completamente sano?

Llanto de niño, lágrima que corre sin que nadie lo impida como un chorrete por la infantil cara, morritos de contrariedad y pasos decididos a la "omnipotente" mamá. A la muñeca le falta un brazo. Esta vez el arreglo es posible. Un relleno, rehecho el zurcido y con telas distintas la muñeca sale airosa del trance.

La lágrima no captó que antes la niña había convertido la muñeca en una especie de cachiporra y se quedó con el brazo en la mano. Para aquella criatura el "hecho del daño" era claramente distinto de quién lo ha causado. ¡Ah! si hubiese sido Pablo, entonces "acusica" lo habría señalado.

Ese es en parte el mundo de los niños, y sobre todo si no nadan en la abundancia de juguetes. Los juguetes pasan por el "taller de reparación"... y cuando el arreglo no es posible... se convierten en el "pirata de pata de palo", en el "capitán Garfio"... en otro personaje en el que la minusvalía se transforma en un reto imaginativo.

Todos los juguetes cuentan, nadie sobra. Todos son importantes. Las muñecas rotas siguen acompañando, "rotas"... la vida de los "enanos".

Pero a veces la desgracia hace que la cabeza sea la que se pierda. Una "muñeca descabezada". Un trauma que no se repara fácilmente. No hay ojos, no hay sonrisa, no hay boca... es difícil jugar con algo que no tiene cabeza.

En el mundo hay mancos, hay cojos... y para los suyos son "juguetes únicos", no deberían abandonarlos. Son ¡tan valiosos! Porque todos, si hacemos examen, nos encontramos faltos de algo. Entre dos cojos se sostienen. Todos somos naipes necesitados. Entre varios: ¡castillos de colores!

Sin cabeza... ¿hombres sin cabeza? Algunos sí la tienen pero ida... son los más difíciles de aceptar. La sabiduría antigua los respetaba mucho... un loco en el Islam es un intocable. Pero nos duele más... no hay diálogo fácil. Es el gran misterio del dolor, mayor aún que la enfermedad mortal... "una comunicación cortada"... y sin embargo es valioso... tiene cabeza aunque su uso se escape a las normas que nos damos.

Hay otros que se dicen cuerdos y afirman que "los muñecos rotos" sobramos. Han perdido la inocencia y rellenado su cabeza de un serrín contaminado. Aún así son humanos, existen, conviven con nosotros... pero ¿cabe repararlos?

Una investigadora de tumores que afirmaba que era partidaria de la eutanasia, ha cambiado. Ahora tiene un tumor y valora su vida, sus horas, sus instantes.

Irrepetibles minutos de la "muñeca rota"... hasta que se extinga porque pierda realmente la cabeza... y vuele al "cielo de los juguetes" para contar que ella hacía en la tierra de "capitán Garfio".

Por cierto, si preguntas a tus sobrinos, a mí me pasa... el héroe no es Peter Pan... es el Capitán Garfio.

frid

Monday, April 14, 2008

Programando muñecas


Siempre he pensado que la mejor muñeca es la más sencilla. Elijo la muñeca de trapo. No me convence eso de "programar muñecas"



No sé si os habéis dado cuenta, pero en la fábrica de Papa Noël hay un departamento de muñecas en el que los gnomos están enganchados en el proceso de fabricación como si fuese una linea continua de producción de automóviles.

Esas muñecas tienen distinto éxito... hay algunas que dicen "mamá y papá"... otras que beben un biberón y "se hacen pipí", otras te reclaman que las mezas... pero las que mejor son aceptadas por las niñas más sabias son las "muñecas de trapo". No "saben hacer nada" y lo hacen todo... porque excitan la imaginación de la moceta que la lleva en brazos, de la mano, la enseña a los papás y les explica... "Pepona está enfadada porque no la sacáis de paseo", "Pepona tiene novio"... "mirad cómo Pepona quiere daros un beso"... y los papás, "siguiendo el juego" crean miles de historias donde esa princesa logra príncipes azules, es rescatada por valientes guerreros, es una mamá diligente, un bebé... es cualquier cosa.

Los hombres grises vieron lo de la fábrica y lo que les gustó fue las muñecas complejas que casi parecían humanas e idearon un sistema que está siendo muy eficaz para introducir pautas de conducta reglada en la población... y multiplicar así las "muñecas programadas".

Idearon una caja boba que llamaron televisión... y observaron que la gente al verla se relajaba, tragaba como por ósmosis todo lo que ahí se decía e imitaba los modos que ahí se proponían.

"Lo dice la tele" pasó a ser el nuevo oráculo. No necesitaban ni predicadores ni formadores. Ella era todo y era omnipresente.

Además cambiaron los modelos: Triunfador: alto, simpático, saludable y ligón o bien homosexual, sin ataduras ni compromiso. Y el malo pasó a ser: Perdedor: amargado, que no se jala una rosca, raro, y heterosexual, fiel a su mujer porque no hay remedio y currante fracasado. Y la gente lo tragó.

La realidad: los mayores conflictos sociales, la mayor violencia doméstica, el mayor fracaso escolar, la propagación del SIDA y otras enfermedades, el suicidio y otras lacras se dan en el primer modelo que, en traducción desprogramada es: egoísta, sin escrúpulos, sin compromisos, y que se gobierna por el apetito.
Y ciertamente hay otro modelo que no aparece nunca en esa caja de "programación": Feliz: hombre y mujer fiel, enamorado, amante de sus hijos, con un trabajo sereno, una vivienda confortable pero sin lujo, paz familiar, cariño.

Los programadores de muñecas han reaccionado con legislaciones contra la "violencia doméstica y la discriminación", con el ocultamiento de datos y afirmando que ese porcentaje es aceptable en su proceso de fabricación. Su objetivo: que no exista el modelo "Feliz".

Pero los hombres y mujeres de siempre, los "no programados" ... si buscan elegir para sí la compañía adecuada te dicen: "será el hombre de mi vida", "será la madre de mis hijos"... "será para siempre"... añoran esa muñeca de trapo que tiene todo por decidir y toda una vida por compartir. Ambos saben que en ese sueño, heterosexual, fiel, amable, abierto a los hijos... cabe la poesía, caben las cenicientas, los príncipes azules, los matadores de dragones, los soñadores... ¡los enamorados!

Esa es la falla que no saben descubrir los "programadores"... el deseo íntimo de todo ser humano del enamoramiento, del amor en exclusiva, porque con tanta tele ellos mismos se han convencido que sólo existe su "mundo gris" sin esperanza.

frid

Sunday, April 13, 2008

La casa de muñecas


La casa de muñecas. En un país europeo se ha creado el Ministerio de la Igualdad. Algunos pensamos que debería fomentarse justo su contrario: el ministerio de la "Originalidad".

Los hombres grises no lo saben, pero su modo de pensar está dictado desde arriba. Unos pocos, "servidores de la serpiente de colores" deciden lo que es políticamente correcto. Hoy han inventado un nuevo Ministerio: El Ministerio de la Igualdad.

Están obsesionados por "definir la realidad" con sus reglas de medir la "uniformidad". Una proeza digna de encomio fue definir tres tallas de "mujeres saludables". Todo lo quieren tasar, el peso ideal, la altura ideal... pero sobre todo "el pensamiento ideal".

Mi amigo Harto ha dicho que ese Ministerio debería llamarse "Ministerio de la Igualdad de Pensamiento".

Debe ser que no tienen hijos, a lo sumo "el hijo"... y no saben lo desconcertante que es una inteligencia cuando despierta y muestra su "singularidad"... o cuando adolescente necesita "definirse como distinto" ante sus padres.

El ser humano sólo es feliz siendo único. Su realización está justamente en la pluralidad.

Pero estos hombres grises, que piensan al dictado... quieren construir su ciudad como una fábrica de "muñecas", de barbie´s, de madelmanes, de "seres previsibles"... Pero ¿es previsible el ser humano?

Las estadísticas en los hombres tienen la peculiaridad de que nunca incluyen la población al 100%... un ejemplo "los mártires" de nuestro tiempo... la "ley del interés no les cala, salvo que entendamos el interés superior del Cielo"... Siempre habrá alguien que se "revelará" con razón o sin ella contra el sistema.

El ser humano es un adolescente "perpetuo" y de la casa de muñecas salen con la "inteligencia manipulada" pero "no eliminada". Ejemplos hay de hombres grises que recuperaron el color de su piel, pensaron por su cuenta y plantearon las paradojas y las demagogias de los "creadores de la uniformidad".

Siempre pasa lo mismo... "cuando el hombre sustituye a Dios en la Providencia"... se encuentra con un reloj descompuesto y con "exceso" de piezas.

Todos los "uniformadores" y "predicadores de la Igualdad" han sido "hominicidas"... los que no dan la talla, la medida y la forma para entrar en "sus cajas de muñecas" acabamos siendo material desechable del que no saben sacar partido.

frid

Friday, April 11, 2008

La cazadora de serpientes.


Dedicado a Leona Catalana.

En tiempos antiguos, el "envidioso por excelencia" se camufló en un cuerpo de serpiente. Engañó a Eva y a Adán, les dijo que serían como dioses. Por esa ilusión el ser humano encuentra en su interior mundos enormes de malicia. Tiene dentro como una simiente de serpiente que le lleva a hacer atrocidades.

La serpiente de colores fue castigada a andar sobre su vientre... un vientre que no soporta el abombado vientre de las madres. Envidia su felicidad e inculca en la débil cabeza de los hombres un temor tremendo a la vida naciente. Es la desesperanza. Por la seguridad del "hijo" algunos deciden no ver mas que escasamente ese abombado vientre que es la felicidad de la vida.

Tengo una foto de mi hermana con dos cuñadas, sonrientes y mirando a la cámara. Estaban especialmente felices. La foto era de seis personas y sólo se veían tres y esa muestra de una maternidad esperada. Pero la chispa de sus ojos era la de madres ya, madres con toda la capacidad de amar y de entrega que tiene una madre.

Entiendo que el "envidioso por excelencia" inocule venenos de miedo y de engaño. No soporta que vengan al mundo seres arropados por el cariño y la esperanza.

Hace unos veinte siglos... iba una doncella a por agua en un pueblo de Galilea. La vieja serpiente se acercaba escondida por la alta hierba... iba pensando maldades con veneno recién formado y una mirada maligna. Odiaba profundamente a esa doncella. De pronto un gallardo carpintero de penetrante mirada echó su báculo al suelo y le aplastó la cabeza. Fracasó la serpiente y se miraron los dos pares de ojos más puros que en la tierra existieron.

Así comenzó una larga historia con revoloteo de ángeles, promesas, un niño nacido de Virgen castísima y un madero de dolor.

También ahí la serpiente salió esquilmada. Cuando iba orgullosa a acabar su obra por la tierra pelada del Gólogota, un joven discípulo le volvió a pisar la cabeza... y el Señor que moría le dijo que cuidara de Ella.

El tiempo pasa. La serpiente envidiosa sigue buscando acabar con aquellos que vienen al mundo con una sonrisa. Pero ahora hay un ejército de valientes que no temen su siembra inmunda de envidia y de miedos. Hay báculos y espadas dispuestas a cortar la cabeza a aquellas serpientes que tienten mordernos.

Hoy estamos seguros si dejamos que esos valientes protejan nuestros andares terrenos. Una de esas valientes se llama Leona. Otros son "ángeles" de los que sólo se siente su leve aleteo. Otra es Mercedes que siente su alma de poeta escaparse con cada letra...

Pero no olvidemos que el triunfo de la esperanza no es camino de rosas. Dolores, golpes e insultos de los servidores grises de esa serpiente sufrimos. Pero el hombre inmortal sabe que el yugo de envidia y de odio ha sido roto, que la tierra reseca y desesperada ha recibido lluvias de auténtico amor.

¡Hay esperanzas! ¡Hay guerreros y amazonas que mantienen a raya al rey del engaño!

Hoy la serpiente de colores ha sido de nuevo pisoteada. Gracias Leona.

frid

Thursday, April 10, 2008

La casa del azar


Esta historia de las tierras aragonesas está dedicada a Mercedes. La foto es de mis montañas... apenas se ve una "paridera" que pudo ser, en tiempos una de esas ermitas pobladas por ermitaños provenientes del otro lado de los Pirineos antes de que se reconquistase Huesca.


La casa del azar

Piedra a piedra, en tiempos lejanos, se construyó en el valle cerrado de aquella montaña, una ermita. Eran tiempos difíciles... los moros y los cristianos se batían en continuas peleas. Los ermitaños provenían de la tierra francesa y de ahí trajeron sus santos y devociones. Pasó el tiempo, la reconquista aragonesa creo paz y buen gobierno y las ermitas florecieron. Pasó más tiempo, vino la peste, diezmose la población y muchos eremitorios se despoblaron. Lejos como estaban del mundanal ruido... cuando la gente superó el mal negro, los que quedaron... se olvidaron de tanto eremitorio. Quizá por eso hay tantas ruinas de viejas ermitas por estos montes.

Cuando subimos los congostos y entramos en algún valle colgado, no es extraño que veamos ruinas de ermitas, sin techumbre y llenas de maleza. Algunas de ellas han sido limpiadas, pero poco queda... unas piedras que nadie duda que formaron parte de un humilde edificio y que fueron brazos humanos los que ahí las colocaron.

Hay indicios, por las obras, que la inteligencia humana hizo un trabajo... si bien el tiempo hizo el suyo y descubrió los techos de esas ermitas.

Nadie discutiría que es obra humana la Catedral de León, donde está escondido el sillar del cimiento. Nadie dudaría que hubo muchos canteros tallando las piedras para darles esa forma perfecta y elevar las agujas hacia el cielo en una especie de oración petrina.

Donde hay armonía... nadie duda que hay una Inteligencia ¿o sí?

Azar lo llaman los hombres grises. Necesidad lo llaman otros hombres del mismo color... ¿Y si hablásemos de un Arquitecto peculiar que emplease los elementos de la naturaleza como sillares del gran edificio del Universo? No es una explicación del por qué lo hizo ni del cómo lo hizo, pero es una posibilidad que se asemeja bastante a cómo verían las cosas los ojos sin malicia.

Los cimientos siempre están ocultos, el primer momento... la primera concentración de materia, la gran explosión... qué más da si se pierde en el infinito o en un instante mensurable. Los hombres grises siempre llevan una cinta métrica de millones de años que se queda corta. Y como niegan el principio divino, a partir del final de la cinta se inventan los datos, imaginan con empeño admirable para encontrar una explicación más increíble que un Dios Arquitecto. Están empeñados en que demos un salto dialéctico desde el "desde el no hay más datos" a "y aquí Dios no es necesario".

No son las manos divinas como las nuestras, no dejan huella como nosotros en la piedra de la cantera. Su huella se llama "potencialidad casi infinita". Y es que basta una ligera brisa divina para que el cuerpo de Adán, hecho del barro de la tierra, cobrase vida y fuese un reflejo de la vida divina.

frid

Tuesday, April 08, 2008

El cantero.


El cantero. Cuento dedicado a los que se desaniman porque no ven el fruto de su trabajo, a los que se sienten sólos y no saben que, entre todos, hacemos mejor este mundo.

En una ciudad castellana habían decidido erigir una nueva Catedral en honor de Nuestra Señora. El concejo en pleno había pedido la colaboración generosa de todos los vecinos.

Los grandes hombres habían decidido entregar un año de la renta de sus tierras, los comerciantes un año de sus beneficios comerciales, incluso los judíos, deseosos de que les mirasen con buenos ojos, habían contribuido con créditos "blandos" y un donativo con la contrapartida de que se representase en un lienzo a nuestro padre común Abraham. Los menos pudientes ofrecieron "todos" sus ahorros y los que ni siquiera tenían nada, se ofrecieron a realizar trabajos según necesidad y capacidad.

El maestro de cantería, eximido ya del trabajo directo, decidió también contribuir con su buen hacer e iba todos los días, salvo domingos, con su hijo Pablo a la cantera antigua. Ahí, como uno más, miraba el bloque que había elegido, se sentaba e iniciaba su trabajo antes que el sol comenzase a calentar en demasía.

Su "clak-clak" sonaba acompasado. La mole de piedra empezó a tomar forma de bloques para el nuevo edificio. El cincel despertó a la piedra que tallaba el viejo cantero que preguntó asombrada "¿para qué me trabajas, cantero?"

El cantero sabio se la quedó mirando y le dijo: "mira tu destino es variable, depende de lo dócil que seas al cincel y al martillo. Si te dejas... serás sillar de cimientos, si resistes un poco... un simple sillar, si te mueves demasiado... sólo piedra de relleno, y si no te dejas... serás grava de camino por donde rodarán los carros y hollarán los mulos".

La piedra pensó y tomó una decisión... no se movió en absoluto. Dejó hacer al cantero y surgió de ahí un enorme bloque que fue la admiración de muchos.

En un carro y movido por varios bueyes el sillar fue llevado a enterrar en lo profundo. Y siguió la obra, la Catedral se hizo, fue bendecida y consagrada a la Virgen María.

Pasó el tiempo, el viejo cantero abandonó este mundo... y al llegar al cielo le pidió un favor al buen Pedro. Pedro no pudo negar al trabajador de la piedra ese favor postrero. Y el alma del cantero se sumergió en lo profundo de la tierra y saludó al sillar oculto.

El sillar reconoció al cantero y le dijo: "Buen cantero, te hice caso, pero en pago estoy aquí enterrado, no veo la Catedral, aunque siento cantos y júbilos que se transmiten de piedra a piedra hasta llegar a mis oídos"

El cantero replicó: "buen sillar, quedé en deuda contigo. Gracias a ti la Catedral está en pié, los hombres se reunen en su recinto y cantan loas a la Virgen María. Sirve de consuelo a pobres y ricos, de refugio a los perseguidos... Y sus torres se elevan al cielo llevando las plegarias de los hombres y el agradecimiento a los cimientos ocultos".

El sillar del cimiento se quedó asombrado, dijo: "gracias, noble cantero. Ahora me has dado el oído para entender lo que viene del interior de las naves de la Catedral de María". Y calló para siempre y poder escuchar desde entonces la voz de los hombres; y saber que, además de hacia arriba... las súplicas humanas bajaban a lo profundo de la tierra... porque Dios "además de en las alturas" está arropando en el mundo a "todas sus criaturas".

frid


Nota: Este cuento está inspirado en un punto de "Camino" (San Josemaría Escrivá de Balaguer) que habla de dejarse tallar por Cristo.

La Floristería. Disminuidos II


Incorporo al blog esta historia de Leona, hablando de las personas disminuidas. Su historia es una historia de amor de las que hacen tener esperanza en el ser humano.






Yo conozco un caso más grande si cabe de las que narras en tu post Los disminuidos


Cuando tenía mi taller de bordados en cierta zona, pasaba a diario ante una floristeria. Siempre estaba una niña de unos 10 años en la puerta, al sol. Pero no jugaba ni corría ni saltaba. Estaba en un carrito, tapada con una manta. Sus manos, inutilizadas, se torcian en una posición imposible. Su mirada perdida, mirando sin ver.


Sus padres, los dueños del negocio, no la dejaban sola un instante. Si la madre atendía clientes, era el padre quien permanecía a su lado y a menudo estaban ambos. Producía ternura ver la solicitud con que la atendian, el cariño y amor que le profesaban.


Un día, una vecina del taller me contó la historia.


Yo ya me había fijado en que la edad de los padres resultaba algo mayor en relación a la de la hija, pero pensé que era la pequeña que llegó tardana. Nada más lejos de eso. La pareja era estéril, nunca tuvieron hijos propios. Aquella niña era adoptada.


Pero... se la entregaron de bebé como sana, normal. La pareja sospechó enseguida que de normalidad nada. Por muy pequeño que sea un bebé, hay cosas que se notan. Fueron a pedir explicaciones. En vano, les juraron y perjuraron que no había ningún problema en absoluto, ¡imaginaciones suyas!


Pero claro, un mes bastó para que un médico confirmase las sospechas. Entonces sí, no tuvieron más remedio que admitirlo. ¡Y les ofrecieron cambiarla! Se negaron. Dijeron que la habían aceptado con mucha ilusión, que era su hija y a pesar del engaño, no la cambiarian.


Maravilloso, ¿verdad?

Monday, April 07, 2008

Los gudaris


Perdonad que hable de la violencia, pero ignorar que existe es darla por buena. Y yo, cordero enriscado, miro con asombro cómo se tolera y nadie se rebela.

Avanzaban pegados a la pared de las casas, con sigilo, cuesta arriba... de vez en cuando miraban hacia atrás por ver si les seguían. Nadie... estaban solos. En las esquinas miraban con preocupación... eran un comando con una misión de riesgo. El que iba de avanzadilla señalaba con la mano... "adelante"... y seguían los tres encapuchados hasta llegar al objetivo.

Ahí cerca, en la esquina de enfrente, estaba la posición a batir. Gritos de "gora" y envalentonados arrogaron el artefacto. Rota la botella explosionó y ardió ahí mismo. Se volvieron corriendo por donde habían venido.

Su objetivo: un cajero automático del Banco local. Su arma un coctel molotof. Su enemigo... Los ciudadanos del pueblo que todos los días iban a ese cajero para sacar los escasos euros que les permitieran las mínimas compras diarias... y alguno de ellos era casi seguro hijo o sobrino de alguno de los que acudían al cajero.

Iban en grupo, diez o doce chavales jóvenes, encapuchados. Pararon el autobús urbano y amenazaron. Bajaron del vehículo viejos, jóvenes y niños. El conductor advirtió a alguien de sangre caliente que no valía la pena resistir el embate. Con "valor" regaron con gasolina los asientos y echaron una mecha encendida. El bus se hizo una llama. Y salieron huyendo cuando ya se oía la sirena de los bomberos.

Los corderos, las ovejas... miraban con asombro el daño a su medio de transporte para ir al médico, al colegio, al trabajo asalariado. Y alguno de ellos pensaba ¿no estará entre estos exaltados un hijo, un sobrino, un nieto? Y es probable que así fuese.

Valientes gudaris de las libertades atacando a su propio pueblo.

Hace cuatro años hubo una escena dantesca, "Lunáticus" y "El Nacionalista" se peleaban por ser los padres de esos gudaris. Y ganó Lunáticus. "El Nacionalista" sostenía que eran hijos del pueblo aunque algo traviesos. Lunáticos afirmaba que eran hijos de su mismo pensamiento, que eran marxistas puros, izquierda algo inquieta pero que auguraba su vuelta a los valores cívicos y a la tolerancia. Amaba "profundamente la paz".

Han pasado cuatro años... los valientes gudaris siguen causando estragos a su pueblo. ¿El culpable? Por supuesto que otro... ¿no notan las ovejas y los corderos que han de despertar de su letargo para seguirles a ellos?

Yo, por mi parte, me enrisco más en el monte. ¿Seguir a esos valientes?
¡Si tienen como bandera a la serpiente de colores! ¡Si hacen sufrir al inocente!

frid

Sunday, April 06, 2008

La cordada.


Esta vez mi monte toma forma, es el Pimentalluelo (Huesca), pero podría ser en otro valle o en otra provincia aragonesa como el de la foto adjunta, o española... o e cualquier monte de la tierra...

Hoy había niebla en el valle, pero se veía claro que el Sol podría con ella. Por eso no me extrañó ver desde mi atalaya subir al montañero con sus compañeros camino hacia la cima.

Les entiendo, todavía las cumbres más altas están nevadas y han elegido un pico mediano que está, como un castillo, en medio del valle. Ahí dirigen sus pisadas.

Ya han montado la cordada. Y, sin pensarlo apenas, adelante y atrás se han situado los más veteranos. El paso se fija pensando en el equipo. Todos han de llegar y han de llegar relajados. Sin decirse palabras se toman decisiones, decisiones pensando en el compañero. Por eso, cuando llevan un rato caminando, como quien se despista, uno de los veteranos detiene el paso y hace que todos se fijen en un paisaje de especial belleza. Es entonces cuando yo, "cordero vanidoso", me asomo por el collado y estiro el cuello. Pero "es un fracaso mi intento". Se paran a contemplar ese haya centenaria, el roble que anuncia más de cuatrocientos años de historia, el doloroso movimiento de los estratos que lleva casi a la vertical capas que nacieron en la plácida horizontal de un lago.

Es una lección para mi vanidad. Sí, cordero enriscado, pero cordero al fin y al cabo. Si ven una cabra montesa la señalan incluso los menos expertos... es lo que naturalmente esperan. A mí, salvaje antes domado... me ven como algo extraño. Una oveja ¿sin pastor? Ah... si les hablase de los "hombres grises" y de "Lunáticus".

Hay algo extraño en la ciudad del valle que ha hecho que los que antes éramos rebaño manso, cada vez nos sintamos menos cercanos a los humanos. Han subvertido el orden de las cosas... primero nos domaron prometiéndonos sus cuidados. De vez en cuando uno de los nuestros era sacrificado, pero "normalmente" el ganado era bien alimentado y cuidado por su leche y por su lana. Había un equilibrio pastor y rebaño. Ahora, cuando nos han acostumbrado a su compañía, cuando nos han acostumbrado a que ellos velaban por nuestra vida... nos han soltado al oso y al lobo salvajes que nos hacen verdaderos estragos. ¿De qué vale que le paguen al pastor el daño, si no nos han dejado retornar a la vida salvaje? Algunos de los nuestros dicen que los humanos han roto el contrato ancestral por el que nos domaron.

Pero dejando de pensar como oveja, además del montañero y su cordada... ahora suben al monte personajes que no vienen tanto por la belleza del lugar sino por auto-afirmar su poderío. Parecen de colores por su bandera, creo que es la serpiente de colores su emblema. Hablan en lenguaje extranjero y hacen ademán de conquista. Se han apropiado de todos los montes aragoneses, navarros y cántabros, e incluso los riojanos. Su mirar no es de amor, no es de paz, no es de éxtasis... es de odio a lo ajeno, de dominio de territorio, de estrategia de conquista. Yo les huyo, no les entiendo. Tanta tristeza y tanto resquemor en el monte que abre a todos sus puertas. Son hombres "muy grises" porque se sienten "muy especiales".

Y es muy triste, para el que exalta su raza, comprobar por las mañanas en el espejo que la imagen que le devuelve el espejo es la de "otro ser humano" que rezuma tristeza. ¿Especiales? ¿Distintos? ¿No serían más felices abriendo su interior a los demás humanos?

Mucha pena da ver las cordadas de seres humanos cruzarse. Los hombres grises han puesto una barrera al diálogo. Sabiendo la misma lengua han optado por realzar la diferencia. Babeles del siglo XXI y una sombra de "grises" en nuestra montaña.

frid

Saturday, April 05, 2008

Los buitres


Vuelve el cordero enrisdado, que hoy es día de campo.

Ayer me dormí de pié. Tranquilos eran mis riscos y pude dejarme adormecer al acostarse el sol. Y hoy, cuando me ha golpeado el primer rayo del amanecer, diciéndome "cordero perezoso, va siendo hora de moverse"... me he lamido la lana húmeda, con gotas de plata del rocío y me he asomado al collado. Ahí, abajo, estaba el montañero con un par de amigos que venía decidido a hacer cima.

El día, aunque en calma, levantaba un ligero viento y comenzaron a desperezarse los buitres del acantilado. Y lanzose uno, luego el otro. No movían apenas un músculo. Se dejaban llevar por la corriente, e iban subiendo en círculo. Perezosos, no hacen nada de más, sólo lo justo para coger la ascensional. No me extraña que se alimenten de carroña. Ni siquiera tienen el placer del lobo que se arroja, malvado, hacia su presa.

Buitres, personajes grises que progresan a base de dejarse llevar por la corriente dominante... y bien que suben y llegan a altos cargos. Su alimento: el trabajo ajeno; sus méritos: no haberse equivocado nunca... como el corcho que, "a base de no pesar" está siempre arriba.

Parece que hoy algún otro cordero ha debido de despeñarse porque ahí van los buitres en multitud, hacia el muladar del pueblo. Y es que siempre hay víctimas que es preciso hacer desaparecer para que no se note la labor destructiva de "Lunáticus". Prensa que se hace eco. Hoy está de moda buscar víctimas en la vida cotidiana. La mujer "esclavizada por el hombre" ¿desde cuando? Los nuevos discriminados... el mayor logro de la discriminación: "el Planeta tierra" pisoteado por millones de malvados seres humanos. Somos malos por fumar, por mirar la belleza femenina, por tomar una coca-cola, por pensar que el ser humano fue creado "hombre" y "mujer" y que son complementarios, por amar la vida desde su concepción, por amar a los disminuidos y a los enfermos y querer que vivan con nosotros... Somos malos "por querer ser buenos".

Avanzaba la mañana y el montañero se acercaba... las marmotas comenzaron a salir de sus nidos. Es ya primavera y están hambrientas. Mal año este de sequía. Ellas duermen y esperan que al despertar "otros", el sol, la lluvia, la nieve... les hayan dejado un paisaje de primavera, rico en vida y alimentos. Pero su labor es sólo "la espera" y "la espera en el letargo". Pierden grasa esperando. Y ¿cuantos marmotos hay que exigen que se les resuelvan los problemas sin hacer nada por remediarlos? Perezosos, pero sólo la mitad del año.

Y hoy todos son como marmotas, exigiendo sus derechos pero sin mover un músculo para cumplir sus obligaciones. Votantes del subsidio, de la subvención, del sueldo social... pero ignorando el trabajo, el esfuerzo y el servicio social. ¿Parásitos? No, que son votantes y bien que sostienen a "Lunáticus". Pan y circo... "populacho" despreciado por los mismos que de ellos son beneficiarios.

Y el montañero ya ha coronado su pico. Miro y sigo comiendo mi verde hierba pensando que todos tenemos algo de buitres y marmotas cuando nos abandonamos.

¿Qué he hecho para que crezca la hierba? Gran consuelo, me dice un cordero sabio, que la hierba es más fuerte porque es segada. Que hago bien mi trabajo... y que en donde nosotros pastamos salen hongos de lo más excelente, si bien es cierto que cuando los vemos... nos los devoramos.

frid

Friday, April 04, 2008

Soledad acompañada

Disfrutando en soledad. Recordando compañías.

Hoy he buceado en la red, o mejor dicho, "he sido pescado" por Blonde en su blog... habla de la "soledad amiga" y pienso que hay muchos blogueros que escriben como desde una habitación sin vistas, o bien desde la que se ve llover y no se sale, o desde el visillo que se entorna para mirar la desierta calle.

Hay mucha soledad y de distinto signo en esta ciudad de asfalto y hombres grises, mucho silencio en el ascensor cuando se coincide con un vecino... "no hay nada que decirse"... cada uno o cada una tienen mundos impenetrables. Hacia fuera aparece el "gris", el "anonimato"... y los sentimientos se acumulan hasta que estallan en cascadas de tristeza, de pena, de mirar hacia fuera no no ver nada ante el chisporrotear de la lluvia en la ventana.

A veces pienso en los distintos modos de dar color a los hombres grises, dominados por "Lunáticos" y empeñados en hacer cosas, en "tener un trabajo", en "ganar un sueldo", en "pagar las hipotecas"... pero que dejan "el vivir" para los ratos libres. Y creo que en la ciudad de las prisas hablamos de lo que no creemos, de aquello que, además, no queremos... Siempre "haciendo cosas", "viajando", "viendo mundos", "resolviendo cosas importantes"... y los ojos de los niños nos miran asombrados desde su cuarto. Ellos claman sin voz, aprendiendo la soledad del "solitario"... ¡ea que yo soy lo importante! ¡me diste la vida, gasta conmigo el tiempo más brillante!

Él y ella piensan ¡le quiero! El o ella "son lo importante"... ¿Hablamos? ¿Callamos juntos? ¿Rezamos juntos? ¿Reímos juntos?... vivimos una vida en compañía o ¿compartimos espacio como extraños o como socios de un negocio sin alma?.

Debería ser "obligatorio" que las casas no fuesen autosuficientes, que a unos les faltase el azúcar, a otros la sal, a otros se les quedase corto el café... y que sólo se pudiese resolver pidiéndolo al vecino de enfrente o al del rellano de abajo o de arriba. Es preciso romper el silencio, sustituir las "soledades grises", las del "no me atrevo", las del "qué pensarán" o "a ellos qué les va a importar"... por la soledad posterior, la del que rumia agradecimientos.

Debería ser "obligatorio" ir a casa a comer casi todos los días y "que la televisión se apague". Y a los niños se les examine sobre ¿qué han contado a sus padres en el colegio? y a los padres se les pregunte ¿qué preocupa a tus pequeños? ¿qué planes harás con ellos? ¿quién es el monstruo come galletas, Peter Pan, la Cenicienta? ¿Qué enemigos invisibles les has evitado y qué amigos invisibles te han presentado?

Ya se que es preciso pensar en soledad, es preciso vivir y disfrutar la soledad... pero eso sólo es posible si también se piensa en compañía, si se vive y disfruta de la compañía.

Compañía de amor... es como un pincel que devuelve el color a la piel y hace aparecer "seres humanos" debajo de los "hombres grises" que todos los días miramos.

frid

Thursday, April 03, 2008

Los disminuidos.


Mi homenaje a los que menos pueden, pero que hacen que con ellos ¡podamos tanto! y a Mercedes Sáenz que me ha inspirado este cuento.

Ayer salía del trabajo al mediodía, como siempre. El sol primaveral invitaba al paseo, quizá por eso encontré a Pepe, un señor de unos cuarenta años, algo contrahecho, que anda de modo compulsivo, ayudado de una especie de taca taca. Me acordé de otras veces que, en el bar cercano, antes de que abriese la puerta, un cliente se adelantaba, el camarero le preguntaba ¿la coca cola de siempre? y tenían unos minutos de atención, mientras él, con dificultad decía algo y sonreía.

Miré y vi que ahí no había hombres grises, todos eran de color y corazón humano.

Curioso... al poco un padre con una niña con síndrome de down iban por la misma acera. La niña miraba con admiración al padre mientras le sujetaba con fuerza mano con manita... Y me acordé de otra niña, ya no tanto, que veo con frecuencia con su padre o con su madre, grandes amigos... que me saluda cariñosa "hola Federico" y veo tanto cariño en los ojos de ella, además de que es"toda una artista" que decora figuritas de artesanía.

Miré y también ahí no había hombres grises... color y corazón de hombre.

Ese día debía ser especial, porque en la esquina estaba Javier, una persona con coeficiente menor a lo normal. Estaba todo orgulloso con su uniforme y su libreta, estaba controlando. Y me acordé de un dependiente algo disminuido que había en unos Grandes Almacenes... atendía con cariño a los clientes bajo la atenta mirada de otro dependiente. Creo que cambió de oficio en ese mismo sitio porque sufría enormemente cuando un cliente no acababa comprándole nada. Sufría su gran corazón.

Me quedó claro que hay en la ciudad muchos hombres que no son grises. Color y corazón humano.

Cerré los ojos y pensé en los hombres grises y vi la ciudad sólo tansitada por jóvenes y adultos de aspecto saludable. Poderío físico, fortaleza, salud... no había disminuidos. Y noté que ya no había ni color ni corazón humano.

¿Donde dejaremos el afecto cuando los hombres grises impongan sus prácticas eugenésicas en los nacimientos? ¿Quién captará el fuego de nuestro amor, dónde el color y el corazón humanos?

frid

Wednesday, April 02, 2008

El Pastor


Mi homenaje a Juan Pablo II, un Papa y montañero.

Un día vi al Ermitaño que recibía emocionado a un Pastor, vestido de blanco, con bastón blanco, solideo del mismo color, botas de cuero recias y con una mochila para un almuerzo ligero ... era su cara la del "Buen Pastor", su mirada inteligente, cariñosa, comprensiva y juguetona.

Aquel día pasaba en compañía de otros corderos y ovejas cerca de la Ermita, la vimos abierta y entramos. Daba la luz del amanecer sobre un fresco que representaba al "buen Pastor" llevando una oveja al hombre y acompañado de un rebaño que le miraba embelesado. No sabía por qué pero ese "pastor" vestido de blanco me parecía el mismo y distinto.

Su mirar parecía eterno, me llevaba a aquellos tiempos lejanos en los que convivíamos en paz hombres y animales, en los que se entendían todos los lenguajes, en los que todavía no había bajado a la tierra la "serpiente de colores" ni existían "hombres grises". Pero también era profundamente actual, veías en él todos los anhelos del mundo, del Universo, de cada persona, de cada grupo. Y te dabas cuenta que él sí tenía respuestas pero que pasaban por la aceptación libre de los hombres.

Hoy hace tres años que el Pastor se fue a países lejanos, más allá de las nubes, más allá del Sol... si bien "no se sabe por qué" pero hoy sigue su senda un "Bibliotecario", un guardián de Historias, un protector del recuerdo de todo lo bueno que en el mundo ha habido y que también tiene respuestas sobre "historias nuevas y felices"... que requieren la aceptación libre de los seres humanos.

El Pastor se sentó junto al ermitaño, nos acercamos felices corderos y ovejas. Curioso... también apareció la tímida cara del zorro, los conejos sin miedo se subieron a la piedra caliza donde estaban en amable cháchara, las águilas revoloteaban alrededor, pero debajo estaban posadas, sin inquietudes, palomas y torcaces. No hablaré de los ínfimos insectos que también admiraban ese cuadro. Lo blanco del hábito con lo blanco de las barbas de nuestro amable ermitaño.


El roble milenario todavía no había echado sus yemas pero se notaba que querían salir con ansia para crear un follaje que les protegiese con su sombra... pero las nubes protestaban, que para eso estaban los nimbos haciendo una cortina desgajada.

Hablaron de los hombres grises con pena, como si en otra época aquellos seres hubiesen tenido corazón, alma y esperanza; se gozaron recordando las familias que venían desde el llano con los niños, la abuela, la tortilla y el bullicio. El ermitaño lo sabía todo de cada uno y contaba orgulloso, sobre todo, las hazañas de los más pequeños. Hablaron de las inquietudes de los campesinos de las aldeas y de sus venidas en romería a la Ermita, entendían sus recelos y sus silencios. El aire se llenaba de esperanza.

Y a mí me pareció, al oírles, que "Lunáticus" había fracasado, que su imperio tenía pies de barro y que, en un día no muy lejano, los hombres grises dejarían de seguirle, dejarían su pesimismo, mirarían el Sol, se dejarían mojar por la lluvia, aprenderían a esperar y cambiarían lo gris por el color. Porque hombres son con el color de su piel escondido en la servidumbre a la dialéctica de las "serpientes de colores".

Ahí, en la soledad del banco de piedra, el ermitaño despidió emocionado al Pastor de blanco, mientras sus ojos nos miraban cómplices de haber sembrado en el Bosque una nueva melodía, la esperanza de tiempos mejores.

frid

Tuesday, April 01, 2008

La lluvia


En tiempos de sequía.

Estos días los seres humanos miran al cielo con gran expectación. Se han olvidado de rezar y de sacar a su San Roque de la Ermita. No confían más que en sí mismos y en sus predicciones. Pero "no pueden fabricar la lluvia", ni tampoco la tierra en la que habitan, ni el aire, ni el sol, ni el cielo ni las estrellas. A mí, "humilde cordero", me sorprende que un ser tan pequeño, un "átomo" ante la grandiosidad del mundo creado, no se de cuenta de que su San Roque está deseando que le paseen para interceder por ellos y que les llueva. Y es que como dice el refrán de los hombres "sin Dios tampoco hay esperanza".

Pero a pesar de la abundancia de hombres grises, el otro día subieron al Monte unos "peregrinos clandestinos", hablaron con el ermitaño y entraron dentro de la Ermita. Voces de niños, mujeres y hombres entonaron una conocida melodía, después salieron al prado y se repartieron tortillas y longanizas, corrió algo el vino y... de pronto... ¡una gota!... sacaron el paraguas y con calma se volvieron algunos a la aldea y otros a la ciudad vecina.

El Ermitaño de larga mirada reflejaba en sus pupilas a ese pequeño grupo con un aura de alegría. Y se dejó empapar por la lluvia mientras extendía los brazos y musitaba una Oración al Señor de la Lluvia, del Prado, de la Ermita, de ese grupito de familia y, cómo no, de este cordero montaraz.

Las gotas sonaban como tambores lejanos, chapoteaban sobre los charcos que empezaban a formarse... hilillos de agua entre la hierba recién llovida, espejos líquidos que reflejaban las tímidas nubes que crecían... y crecían. Canto de barrancos, de arroyos y de ríos. Murmullos de vida que se escapaban de las raíces de las plantas, del micelio de los hongos, de la boca de las ardillas, de conejos que salían de sus profundas madrigueras, del zorro que sólo atendía el húmedo olor de la tierra recién mojada despreciando su presa vecina.

Una vez más la vida en primavera miraba con asombro, como si fuese la vez primera, esa lluvia de esperanza. Hoy no hay cazadores ni cazados, enemigos ni peleas... todos los habitantes del campo, del bosque y de los riscos miran al cielo con los ojos del Ermitaño y dan gracias al Señor del campo, del bosque, del risco, de las nubes, de...

Mientras en el llano, los hombres grises sacan sus paraguas, la circulación urbana se enrarece, sacan a la calle su propio vehículo, colapsos, bocinazos, nervios e insultos. La lluvia recoge el polvo y la porquería de las calles, las alcantarillas acumulan agua negra y mortecina... y vierten hacia el río un lodazal de inmundicia. Caos y enfados... sin caer en la cuenta que ayer mismo "Lunáticus" hablaba en la Televisión de restringir el suministro de agua por la pertinaz sequía.

Pero siempre hay excepciones. Algún urbanita mira el cielo, recoge el paraguas, se empapa de agua y disfruta de esa lluvia que anima esperanzas para salir de la tremenda sequía y piensa en la Ermita de San Roque y en aquel Ermitaño con el que estuvieron un grupo campesinos y unos pocos urbanitas.

frid