Friday, February 29, 2008

Cuando me salí del mapa (1)


Ayer estuve leyendo un blog escrito por una jovencita de 16 años... y planteaba el problema de la creación de su propio espacio... lo entiendo, todos queremos vivir realidades diferentes. Pero al despertar vemos siempre la misma telaraña.


De todos modos mundos imaginados hay muchos. Lewis encontró en el armario el lugar adecuado para que sus adolescentes personajes pasasen del mundo real al mundo imaginario... Narnia estaba al otro lado del espejo. En otra ocasión es debajo del cristal del lago helado, o sin helar.


Contemplas la superficie ondulante del agua y de pronto ese paisaje se mueve... y cambia y aparece una escalera hacia abajo... al submundo acuático en el que el imaginativo aventurero no se ahoga sino que penetra y salva a la princesa... o la princesa encuentra ahí su príncipe del agua.


Mi evasión se produce de una manera más sencilla... y es cuando me salgo del mapa. A veces pasa... normalmente traspasas la raya imaginaria y no pasa nada... al bosque le sigue el bosque, al roquedo rocas, al camino la senda que continúa... pero "a veces"... sí, a veces... la cosa se complica. Y no digo que te pierdas sino que entras... sencillamente, en otra realidad, la que no está en el mapa.


Sostienen autores que la realidad se crea en una Oficina inmensa de delineantes, geógrafos y exploradores que parten del punto CERO y parten hacia los cuatro puntos cardinales. Toman datos como locos, cartografían hasta las motas de polvo y con esas notas y su memoria prodigiosa van a plasmar lo descubierto en grandes mapas que configuran la realidad conocida.


Después esos mapas se venden en tiendas especializadas "descriptoras del mundo real", del mundo observado. Y son adquiridas por reyes, señores poderosos, terratenientes y definen así los límites de sus dominios.


De vez en cuando algun señor de esos planta sus fronteras en sombras no descritas por los mapas, lugares donde puede haber cualquier cosa, pero que impiden su exploración por los geógrafos de la CASA DEL MAPA. Cuando eso pasa se ha generado una zona de incertidumbre en la que se cobijan los fantasmas y criaturas misteriosas que nunca han sido descritas ni censadas... algunas son quimeras, otras son dragones, espectros... en fin incluso personajes inteligentes algo semejantes al ser humano pero salvajes.


Un señor de la CASA DEL MAPA fue Marco Polo... y cartografió Sián... y otro famoso Colón que nos legó América, otros como Edmun Hillary hicieron los mapas de las alturas. Y, en una versión más humilde, el pastor de cada pueblo suele ser el mejor constructor de mapas si bien no los aporta a la CASA DEL MAPA y por eso, en cada pueblo, hay un agujero geográfico que da lugar a las leyendas. De eso hablaría con profusión un gran explorador de esas historias como Gustavo Adolfo Becquer a las sombras del Moncayo.


Por eso no es de extrañar que a veces, en una expedición, vayas siguiendo un camino hasta el final del mapa... y de "pronto" nos encontramos fuera de la realidad.


Y ahora "definitivamente" he decidido buscar ese punto indefinido, no descrito, a partir del cual me salgo del mapa.


Ahora doy el paso. Estoy fuera del mapa....