Tuesday, May 16, 2006

El pez cagón



Qué os voy a decir que no sepáis... nuestra casa es coqueta pero pequeñita... permite a carpín ir de acá para allá trazando nuevos mapas... pues la fisonomía de nuestro mundo cambia continuamente... según la decoración que nos sumerjan.


De hecho, Carpín va dibujando en un cuaderno mapas uno tras otro... anotando la evolución de los corales, de los arrecifes, de las cuevas... del lugar donde se encuentra el baúl del tesoro... y está tramando una teoría muy especial... con poca base todavía... que denomina "la deriva de los corales"... no sé que cosas habrá leido... porque derivar poco se puede en un recinto peceril.

Volviendo al hilo del asunto... el otro día vinieron unos amigos... un grupete simpático y parlanchín, de dos patas... que nos miraron con sus grandes ojos... y uno de ellos... me acuerdo muy bien... es como si lo estuviese viendo... comentó algo sobre que nos traería compañía... y así lo hizo. En una bolsa de plástico transparente se veía distorsionada la imagen de un bichejo parecido a carpín, pero sin tanta gracia... debe de ser una carpa vulgaris... y plof... acá nos la dejó sin previo aviso.

No exagero si digo que la pecera subió de nivel unos centímetros... nos calló encima un elemento algo basto... una carpa de charca diría yo... que apenas nos hizo caso.

Negrín se escondió entre las sombras por si acaso... carpín pensó que era él pero inflado como un globo... y esperaba que, en cualquier momento ese extraño estallase dejando restos por toda la pecera... lo cierto es que sí estalló... y con algo bien grande... y nos enturbió la pecera... nunca había visto algo de ese tamaño... nuestro recinto dejó de ser el ideal de transparencia y pulcritud.
Y, en la niebla, todos los gatos son pardos... creo que negrín se escaqueó hasta nuevo aviso y Carpín ni con gafas podía ahora elaborar sus mapas del territorio... ponía correcciones continuas en zonas antes claras y diáfanas: "lugar de la niebla"... "niebla persistente"... "oscuridad más de lo razonable"... "cueva de los fangos".

Yo pensaba que esto iba a acabar mal... pero para mi gran alivio... al poco tiempo... otra mano, esta vez más equilibrada... trajo un pequeño redeño, un tarro de agua y nos retiró al pez cagón... nos aclaró el agua... y no pasó más que un disgusto.

Dicen las leyendas que el carpón grande y sucio fue devuelto a su charca... que allí habla... mira qué injusto... de una cautividad agobiante con un trio de finolis.

Sunday, May 07, 2006

Cuentos desde mi pecera. .



Aquí comienza mi historia




Soy el rey de la pecera... ¿cómo me definiría?... soy un pez no muy grande, mas bien pequeño... no renacuajo... que los he visto de ¡cada tamaño!... diríamos que mi tamaño es de una pequeñez moderada. Mi pinta es elegante, algo gordete, pálido, como un aristócrata a la antigua usanza... a contraluz pueden verse mis tripas con cierta facilidad... lo que me da un poco de vergüenza. Pero de lo que estoy más orgulloso es de mi tupé rojo... un magnífico tupé denso, sin ninguna calva, bien lucido que asusta al enemigo y alegra a las que tiene que alegrar.

Tengo dos compañeros de pecera, un pez negro... no soy racista, con ojos grandes, como de continuo asombro, que me sigue a todas partes y he nombrado mi asesor.

Además comparte mi espacio mojado un carpín rojo muy inquieto... que va de acá para allá investigando. A este le he nombrado explorador... le he hablado largo y tendido de quién era Colón y le he encomendado la tarea de hacer un mapa fidedigno de mi imperio... no sé si se habrá enterado de mucho porque mientras se lo explicaba, iba de acá para allá... y menos mal que le dejé de seguir con la vista porque me estaba pareciendo que iba a caerme como una peonza mareada.

Por las mañanas, a eso de las diez, vienen todos los días a cambiarnos el agua... que está bien limpia... como si la hubiesen lavado con esmero. La operación la realizan dos mocetas muy educadas. Primero vemos dos pares de ojos grandes... inmensos... en los que cabría toda la pecera... pero no nos dan miedo.

Somos pequeños pero sabemos distinguir un par de ojos de otros... los de los tiburones son rasgados y maliciosos... sí, también los chinos tienen los ojos algo rasgados pero su rasgado es diferente... eso daría lugar a una lección sobre tipos de ojos. Pero lo que no engaña es un par de ojos grandes cariñosos... nos llevan en palmitas... nos meten en un bote decorado con pececitos de colores mientras en un plisplas hacen la operación y quedamos como niños con zapatos nuevos.

Es en ese momento cuanto más loquillo se vuelve carpín... gira y gira, y hasta da pequeños saltitos fuera del agua como para mostrar su agradecimiento. Siempre consigue alguna sonrisa y una miga extra de pan... el muy zalamero.

Por hoy os dejo... y hasta pronto.