Thursday, July 09, 2009

El gato, la dama y la paloma



Gato cariñoso y zalamero que te acercas lentamente hacia el regazo de tu ama, ahí cerca del fuego, mientras ella mira, entretenida la ventana.

Gato que te admiras al ver el sol brillar en el espejo, mientras atento valoras tus pisadas.

Gato, que te sientes fiero y sueñas en proezas prohibidas a tu tamaño diminuto de minino.

Miras el alféizar, sueñas y saltas, ágil en tus sueños la pieza alcanzas.

Cazador con dos caras, amable con el ama.



Todos los días traen el vuelo que alegra la mirada.

Sonríes mientras miras, sueñas en paisajes que las aves captan desde el aire.

Un consuelo es sentir el aleteo de esas blancas alas.

Limpia es la paloma, limpia y clara.

Hoy vuelve mi amable gato, mi negro corazón de pelos suaves y se acerca a mi regazo.

Busca mi mano blanca, mi cariño, el calor de un afecto que sabe que provoca con su gatuna compostura.

Hoy un secreto guarda. Hoy ha sentido su ser de fiera primitiva.

Hoy ha vengado no ser tan grande como un tigre y osado como leona en partida hacia su caza.

Hoy su salto certero acertó de lleno. Sus garras afiladas penetraron en un blanco pecho.

Un corazón latía. El rojo estalló en el plumón de la paloma desgarrada.

Ahí, caída, fue placer de un festín salvaje de la menuda fiera.

Y vuelve el gato, gato negro y zalamero a su ignorante ama.

Ella espera otro vuelo que no llega.

Una esperanza no presenta su señera y el gato, que siente el abrazo de su ama, al mirar su llanto, se llena de vergüenza.

frid