Friday, April 18, 2008

La escultura mutilada.


Hoy día vemos la Venus de Milo sin brazos, y tantas esculturas sin cabeza o mutiladas... y pensamos, es el paso de la Historia, siempre acaban llegando los bárbaros.

Recientemente, aunque pasa inexorable el tiempo, hubo un suceso que llamó la atención mundial, los Budas afganos mutilados por los talibanes. Todos pensamos que eran bárbaros del siglo XXI y que seguían existiendo.

Hace unos años que alguno se empeña en reivindicar de modo glorioso lo que para otros nos parece vergonzoso: esa época en la que algunos españoles se dedicaron a la quema de conventos. Un odio bárbaro que calificó a los actores del drama en el que, siguiendo consignas, corrió sangre inocente.

Ese modo de obrar es antiguo y tiene su "tempo". Alguien difunde calumnias, azuza el odio, incita a la masa... y esa muchedumbre informe, emborrachada de odio, casi inconsciente... pide que "le crucifiquen", que ellos "no tienen más rey que el Cesar"... "que le quemen en la hoguera"... eso también se hace con los símbolos del crucificado y de su cultura.

A veces parece que la Serpiente antigua gana la partida. Tiempos hubo que los Emperadores Romanos, los más poderosos de la tierra, aplicaron medidas de eliminación de los cristianos... sin éxito pero con mucho dolor, llanto y también de "heroico perdón". Los nazis quisieron exterminar al pueblo judío, los Comunistas una religión... es algo repetitivo... siempre hay bárbaros.

Los frutos de la barbarie se notan en la Historia... esos brazos de la Venus, las esculturas de Fidias en el Partenon, los Budas afganos...

Ayer paseaba por Zaragoza, había llovido y el agua limpiado la atmósfera. El sol alegre de la tarde daba de lleno en la fuente. El rumor del agua deslizándose por la columna era un rumor esperanzado... pero esa columna era la base de una escultura que ya no está. El Ayuntamiento la recogió porque había un Buen Pastor decapitado. Todavía están reparándola.

Más adelante, en la Plaza de la Santa Cruz, era la vegetación la que hacía la noble función de tapar las vergüenzas zaragozanas. Había una cruz en el centro de la Plaza, era la memoria de todos los muertos, era el signo más. Alguien la desgajó y sobre el pedestal crece la enredadera pudorosa intentando curar la herida de la piedra... Heridas debidas a la barbarie.

Son talibanes anónimos, odiadores solitarios, añorando épocas violentas donde la pasión exaltada causa estragos.

Gérmenes de intolerancia nacidos en discursos progresistas. Intentan dar un paso más en la "superación del Dios de los cristianos" y son retrógrados: Nerón, Diocleciano y tantos antiguos tiranos ya pensaban como ellos. Gentes del "Terror" que defendían la "igualdad y la fraternidad" a golpe de guillotinas. Personajes modernos que crearon sistemas donde se exaltaba la Humanidad de la Raza o del Proletariado y se torturaba al particular ser humano.

Estoy deseando pasear por el Parque y volver a ver, reparada, la Estatua del Buen Pastor, un símbolo de entrega, de abnegación, de llevar libremente la carga del otro a tus espaldas... eso sí que mostraría que el sol de primavera sana las heridas y fomenta la concordia.

frid

4 comments:

Anonymous said...

Es verdaderamente emocionante ver como hay gente que sí ama la cultura y el arte. Y también es emocionante, por no decir encantador, que se ligue a la historia.

Sin duda alguna durante el paso incesante la historia a través del desarrollo de la civilización humana, hemos podido observar una serie de circunstancias que han sido plasmadas en la cultura y el arte.

Por tanto te felicito por unir términos como arte, cultura e historia, ya que van ligados.

Anonymous said...

Gracias, Sergio, por tus ánimos. He entrado de visita en tu blog y tiene encanto. Espero que sigamos compartiendo estos pensamientos.

Y tienes razón. El arte se hace grande cuando la cultura es grande... y sin libertad se hace artesanía.

Stultifer said...

La de Milo empezó comiéndose las uñas y acabó pues eso, sin brazo.

Anonymous said...

Es una sugerente versión y un magnífico "micro-cuento".