Friday, April 11, 2008

La cazadora de serpientes.


Dedicado a Leona Catalana.

En tiempos antiguos, el "envidioso por excelencia" se camufló en un cuerpo de serpiente. Engañó a Eva y a Adán, les dijo que serían como dioses. Por esa ilusión el ser humano encuentra en su interior mundos enormes de malicia. Tiene dentro como una simiente de serpiente que le lleva a hacer atrocidades.

La serpiente de colores fue castigada a andar sobre su vientre... un vientre que no soporta el abombado vientre de las madres. Envidia su felicidad e inculca en la débil cabeza de los hombres un temor tremendo a la vida naciente. Es la desesperanza. Por la seguridad del "hijo" algunos deciden no ver mas que escasamente ese abombado vientre que es la felicidad de la vida.

Tengo una foto de mi hermana con dos cuñadas, sonrientes y mirando a la cámara. Estaban especialmente felices. La foto era de seis personas y sólo se veían tres y esa muestra de una maternidad esperada. Pero la chispa de sus ojos era la de madres ya, madres con toda la capacidad de amar y de entrega que tiene una madre.

Entiendo que el "envidioso por excelencia" inocule venenos de miedo y de engaño. No soporta que vengan al mundo seres arropados por el cariño y la esperanza.

Hace unos veinte siglos... iba una doncella a por agua en un pueblo de Galilea. La vieja serpiente se acercaba escondida por la alta hierba... iba pensando maldades con veneno recién formado y una mirada maligna. Odiaba profundamente a esa doncella. De pronto un gallardo carpintero de penetrante mirada echó su báculo al suelo y le aplastó la cabeza. Fracasó la serpiente y se miraron los dos pares de ojos más puros que en la tierra existieron.

Así comenzó una larga historia con revoloteo de ángeles, promesas, un niño nacido de Virgen castísima y un madero de dolor.

También ahí la serpiente salió esquilmada. Cuando iba orgullosa a acabar su obra por la tierra pelada del Gólogota, un joven discípulo le volvió a pisar la cabeza... y el Señor que moría le dijo que cuidara de Ella.

El tiempo pasa. La serpiente envidiosa sigue buscando acabar con aquellos que vienen al mundo con una sonrisa. Pero ahora hay un ejército de valientes que no temen su siembra inmunda de envidia y de miedos. Hay báculos y espadas dispuestas a cortar la cabeza a aquellas serpientes que tienten mordernos.

Hoy estamos seguros si dejamos que esos valientes protejan nuestros andares terrenos. Una de esas valientes se llama Leona. Otros son "ángeles" de los que sólo se siente su leve aleteo. Otra es Mercedes que siente su alma de poeta escaparse con cada letra...

Pero no olvidemos que el triunfo de la esperanza no es camino de rosas. Dolores, golpes e insultos de los servidores grises de esa serpiente sufrimos. Pero el hombre inmortal sabe que el yugo de envidia y de odio ha sido roto, que la tierra reseca y desesperada ha recibido lluvias de auténtico amor.

¡Hay esperanzas! ¡Hay guerreros y amazonas que mantienen a raya al rey del engaño!

Hoy la serpiente de colores ha sido de nuevo pisoteada. Gracias Leona.

frid

4 comments:

mercedes saenz said...

Es muy bueno el escrito y todo su significado. Se extiende queriendo alcanzar a todo el que se sabe el el suelo. Muchas metáforas que abren conceptos concretos. Me es dificil cerrar el comentario, me llamaste poeta de una forma muy amable y soy sólo alguien que escribe. No sé de qué lado están los ángeles. Un abrazo.Mercedes

Anonymous said...

Los ángeles con su aleteo, siempre están abanicando las almas puras... sugiriendo a los traviesos, avisando a los intrépridos... y llorando por los caídos.

El anacoreta said...

hola, la verdad que resulta muy entretenido y conmovedor el relato bíblico o su adaptación e interpretación actualizada. Dejo la dire de mi blog por si a alguien le interesa: elanacoreta86.blogspot
mil gracias

mercedes saenz said...

Frid, Leona, les dejo mi mail. Me gustaría cambiar opiniones con ustedes y no utilizar todo el espacio de los comentarios, por respeto a la gente. Cordialmente. Mercedes Sáenz es www.mercisaenz@gmail.com=