Wednesday, May 14, 2008

El Rey infeliz. Cuento.

Pobres y ricos. Aquel rey era muy pobre, siempre carecía de lo que tenia el rey vecino... por eso comenzó aquella guerra, conquistó aquel imperio y aún así seguía añorando lo que otros poseían.

Podría acabar mal, pero por un tiempo su pasión le hizo ser el amo de todo el mundo conocido. Había triunfado y dispuso de tiempo para observar a sus súbditos. Y empezó a añorar también las riquezas que sus generales conquistaron... se las arrebató y quedó todavía como dueño más y más absoluto.

La gente empezó a ocultar sus bienes por miedo a las requisas reales... eso no podría acabar bien... "era el eterno pobre rico". Había aires de confabulación, de intriga en el Imperio. Era insufrible tanto poderío.

Un día el Rey, infeliz en sus riquezas, contempló desde una ventana que uno de sus labriegos, el más pobre de todos ellos, cantaba mientras trabajaba... le vio feliz y añoró ese bien como un nuevo tesoro.

Como el rey no era tonto, sabía que el asunto no se resolvía arrebatando la alegría a su labriego... eso le mantendría a él igual de triste y habría dos tristes más en el Imperio.

Hubo una proclama del emperador para que se presentasen todos los más sabios del Imperio y les hizo la consulta que tenía en la punta de los labios: ¿Cómo poseer la nueva riqueza que había contemplado en su labriego? No supieron responderle, o no quisieron por miedo.

Intrigado hizo llamar a su súbdito... Escenas de desconsuelo en su familia, abrazos y lloros pensando que caerían en desgracia y también algo asombrados, ¿si no tenemos nada, qué puede desear de nosotros el tirano?

Hubo una conversación a puerta cerrada. Algo incidió como fuego en la mente del príncipe... "el labriego era feliz porque no añoraba nada ajeno", "aceptaba con alegría lo que poseía", y cuando tenía sed el ir a la fuente le causaba enorme gozo, sentía las carencias pero también los pequeños refrigerios.

Ese día se salvó el tirano de la confabulación de los generales. Convocó asamblea, restituyó tesoros... Siguió como rey, pero reinó de otro modo.

Y, curiosamente, adoptó al labriego como su principal consejero, se consolidó su Imperio y los reyes cautivos volvieron a su reino, eligiendo hacerse feudatarios de un "hombre nuevo".

frid

6 comments:

––––•(-•Daniela•-)•–––– said...

Preciosos cuento. Me encanto

Mil gracias por pasarte por mi blog.

Lucy said...

Hace dias que me enriquezco leyendo tu blog, Ya conocía esta historia, pero por mucho que se repita sigue siendo necesaria ¿ Nunca entenderemos realmente lo que significa " felicidad" ?
Te felicito y te envidio, me gustaria llegar algún día a escribir aunque fuera una pizca parecido a tí

Anonymous said...

Gracias, Lucy... te enlazaré en este blog que es un blog de vida y optimismo... o por lo menos pretende sembrarlo.

mercedes saenz said...

Cuánta imágenes a través de este cuento! Cuántas bases para entender y tratar de construir un "hombre nuevo". Saludos enormes Mercedes

Anonymous said...

Mercedes, gracias por todo... entre todos estamos trabajando por un mundo mejor. La luz primera es la de la inteligencia iluminada con el amor humano... luego esa luz es más intensa si el amor es divino. pero los cimientos primeros los ponen los hombres siendo sencillamente "humanos".

Irene said...

Hola, Frid!!!! Por qué no le envías este cuento a nuestra Presidente? A lo mejor lo pone en práctica!!!!!!!
Gracias...
Irene