Saturday, March 01, 2008

Cuando me salí del mapa (3)


Una amenaza del ladrón de planos:


Veo que hay personas que han logrado dar con el secreto que intentamos ocultarles... y saben encontrar el color y la alegría de la vida. Pero estaremos al acecho para devolver Planos amañados a la CASA DE LOS MAPAS, así os dejaremos en el mundo de los sueños atrapados...



Es imposible, estimado "ladrón de planos" que puedas impedir estos viajes de ida y vuelta a la realidad... porque bien sabes que los señores de los MAPAS son señores de los destinos ideales, los que nos tienen previsto las Parcas buenas, si las hay... y sólo se trata de hacerles caso.
Incluso en los momentos que las visitas más allá del mapa se vuelvan duras y peligrosas, siempre hay una vuelta... y lo que nos aportan los viajes es una vida distinta en cada vuelta... nos enriquece, no pasa como con los señores grises que querían robar a Momo el tiempo libre... los que sabemos perdernos detrás de un doblez inexistente del mapa de una ciudad sabemos llevar con nosotros una mochila llena de minutos para vivir intensamente. No podrás con nosotros. Por ahora somos dos los que estamos en el otro lado del mapa... pero una multitud se está espabilando y está diciendo ¡basta! a los mundos grises y dirigidos.


A veces no sé quien está detras del mapa. ¿No será más real el mundo de color que ese uniforme mundo de pensamiento único y de opinión "políticamente correcta que tú nos vendes?
Ese mundo tuyo, sin color, gris, con prisas, con contaminación, con angustias de cambio climático, con angustias ante la superpoblación de la tierra, con complejos que te hacen sentirte inferior a los simios... como una especie de "plaga" en el planeta tierra, ese mundo ¡sí que está fuera del mapa!


En vez de cielo azul, tienes una nube cenicienta sobre nuestras cabezas. En vez de salud tienes anorexias, bulimias, angustias, agobios por una vida sana y danone... de blanco artificial y transparente.


En vez de sendas de tierra con olorosas pisadas sobre matas de romero, tienes el asfalto gris y el sudor de alquitrán en las calzadas.


En vez de ver saltar al cervatillo, vehículos con prisa, con gentes grises y músicas unicordes, cláxones exaltados, chirriadas de frenos, colas interminables para un trabajo deprimente.
Esos hombres grises discursean diciendo que les "votemos con todas nuestras fuerzas"... y mis fuerzas las reservo para subir cimas montañeras donde ver paisajes en bruma, en cumbres nevadas, con buitres remontando las corrientes ascensionales.


No vale la pena ni intentar volver a vuestro mundo.


Aunque amenacéis con que manipularíes los mapas... si no lográsemos volver habríamos cambiado el gris y la tristeza por el color, la alagría y la esperanza.


Y de eso, en vuestros reinos manipulados, que llamáis democracias contemporáneas, pero donde dictáis incluso el pensamiento... no los oléis. No hay aroma, no hay flores ni colores.
Quedaros donde estáis y enhoramala.


frid

1 comment:

yana said...

me gusta como ecribes...
te seguiré leyendo