Estos días de espera sabemos que el Niño Dios se guarda en el seno de la Virgen María. Desde la concepción virginal bajó el Hijo de Dios, se encarnó y está con nosotros.
Bien poca cosa es un Embrión, pero ese Embrión milagroso es ¡¡¡el Hijo de Dios!!!
Nuestros progresistas no cuidan esos pequeños detalles, las cosas pequeñas no les importan y se empeñan en facilitar su muerte. El 28 de diciembre celebraremos su martirio por los nuevos Herodes.
Cosas pequeñas son las luces navideñas. Ahora no quieren hacer figuras que recuerden la Navidad, se han vuelto "celebradores de la geometría", pero cada luz, por pequeña que sea, tiene el simbolismo de la "Luz del Mundo", del hijo de Dios que viene a la tierra. Miles, millones de luces en Navidad, son nuevas estrellas que nos hablan de Él.
Cosas pequeñas son los belenes, sobre todo aquellos que tienen figuritas de plástico para que los niños de la casa las muevan día a día. Quizá el plástico no sea señal de belenes muy artísticos pero introducen a los niños pequeños en el Misterio de la Navidad.
En los escaparates de nuestras ciudades hay una pequeña batalla: belenes, papás noeles y otros adornos. Todos son recordatorio de la alegría de la Navidad. Y esa alegría es derivada porque ha Nacido el Rey de la Paz que nos redime, generación a generación y persona a persona, de la esclavitud del pecado y de la muerte.
Mi mirada suele detenerse en especial en los escaparates con Belenes, y ahí busco la figura más pequeña... el Niño Dios. En esa "cosa pequeña" se representa nada menos que al Todo Poderoso, que en su Humildad se hizo niño para que no tuviéramos reparos en portarlo en nuestros bazos como una criaturita más.
En Navidad las embarazadas o las madres recientes sienten una alegría especial. Saben que su alegría de ser madres es compartida por la Virgen María y se establece una sintonía y amistad perdurable. Ambas, como madres, se cuentan sus cuitas, sus preocupaciones y hablan de ropitas infantiles.
Sí, la Navidad es la Exaltación de las cosas pequeñas, con la sonrisa del pequeño Niño que se llama Dios.
frid
6 comments:
Hola... Amigo Frid...
Hace tiempo que no nos comunicamos... Me encantó tu reflexión sobre la Navidad ES TAN CIERTA...Sigo en la brecha de "este bendito país" y con mucho trabajo porque los niños actuales no quieren disfrutar de la lectura... Pero aún quedamos algunos dinosaurios que, como la tortuga, seguiremos trepanándoles el cerebro y el alma para que disfruten del valor de la palabra
Un beso enorme para estas Navidades y Un buenísimo 2010...
Irene
Gracias, Irene... son los momentos estos en los que lo importante pudo con lo poético: estaba en la organización del IV Congreso Internacional Pro Vida, en Zaragoza, que ya terminó... y poniendo a punto el nuevo diseño del digital www.aragonliberal.es que está a punto de acabar
Querido Frid, estoy contenta de verte de nuevo.
He pasado muchas vicisitudes y cuando al volver vi que tu último post era de septiembre pensé que ya no estabas, porque con los otros blogs me lío y no sé quien escribe.
Los belenes me encantan, siempre los hice, pero como expliqué el mes pasado en mi blog, desde que llegaron los gatos a casa tuve que olvidarme de ello. Y no sabes como lo lamento.
Feliz Navidad, amigo.
Gracias, Leona... en este blog escribo cuando puedo tener la paz que es necesaria para hacerlo... porque en la guerra "no hay poesía"
Que el Dios que se encarnó en Belén, y que algunos celebramos en estas fechas, te llene de calma y PAZ a tí y a los tuyos, para que siempre haya alguien que hable bién de Jesús de Nazaret.
FELIZ NAVIDAD Y UN VENTUROSO AÑO 2010, a pesar de los brotes verdes.
Rafa.
Bueno, Frid, ya era hora de que volvieras.
Feliz Año Nuevo y porfa pasa por mi blog a recoger tu premio.
Besitos.
Gloria
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