tag:blogger.com,1999:blog-27697560.post7203155494067783192..comments2023-10-25T01:12:11.911-07:00Comments on cuentos desde mi pecera: Cuando salí del mapa (7) La colmena.fridhttp://www.blogger.com/profile/07343297365348426502noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-27697560.post-84299327034320911432008-03-05T12:06:00.000-08:002008-03-05T12:06:00.000-08:00Leona: mi interés es que mis amigos disfruten mien...Leona: mi interés es que mis amigos disfruten mientras estoy fuera del mapa. La realidad española es dura y necesita alguna sonrisa. Y creo que vale la pena haceros pasar un momento agradable mientras se decide el futuro. No será la primera vez que pasamos crisis... ni será la última.<BR/><BR/>Hoy es la Cincomarzada. Celebramos en Zaragoza una curiosa fiesta.<BR/><BR/>Un grupo de españoles, tropas del Maestrazgo, quizá con algún aragonés, castellonense y navarro, subía con sus boinas rojas a tomar Zaragoza que se había quedado sin guarnición. Y eso lo habrían logrado como un paseo... si no fuese que otras tropas isabelinas que venían de paso se toparon con ellas. Rojos y azules se enfrentaron y quinientos valientes de rojo murieron en manos de sus hermanos azules. Curiosamente los progresistas actuales alaban y bendicen los colores de la reina niña, controlada por su cortesanos.<BR/><BR/>La historia de la niña, reina, borbona, con varios amantes, con grosuras, acabaría en el exilio... y en Roma no pudo llegar a la cúpula vaticana por no caber por los estrechos conductos.<BR/><BR/>Pero hoy se ha vengado el tiempo de celebración tan fratricida. El viento fuerte y frío amenazaba peligro y las tortillas previstas en el Parque han sido anuladas. Como consecuencia de ello se ha anunciado como medida populista, que se indemnizará a los chiringuitos organizados por la Federación de Barrios. Hay que tenerlos contentos... lástima no saberlo antes pues me habría apuntado a ese negocio seguro desde las arcas de los zaragozanos.<BR/><BR/>Hoy, por una vez en la vida, el tiempo ha evitado que se celebre un hecho luctuoso de las muchas y crueles guerras civiles en España.<BR/><BR/>Creo, lo dicen las malas lenguas, que Lunaticus tenía un abuelo en cada bando, pero que él va a reconstruir la historia de los azules porque son los que el progresismo festeja... Monarquía liberal es homenajeada por Socialismo populista. Pero como se dedican a definir lo bueno y lo malo... sin saber que "sólo Dios juzga"... nadie se escandaliza y les parece bien.<BR/><BR/>Esto no es greguería. Es historia real.<BR/><BR/>fridAnonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-27697560.post-35496720998933509532008-03-05T12:05:00.000-08:002008-03-05T12:05:00.000-08:00Fernando tiene razón, escribes greguerias, ¡me enc...Fernando tiene razón, escribes greguerias, ¡me encanta!<BR/>¡Ay, los domingueros!... Una vez, hace muchos años, acampé en un prado. Una sencilla canadiense de entonces, en plena naturaleza. Me levantaba por la mañana y me acercaba al riachuelo a lavarme. Ni un alma. Era Semana Santa, pero los días previos a los festivos.<BR/>Toda la paz se truncó el viernes, el prado se llenó de coches, de gente gritando y niños y jóvenes corriendo por todas partes.<BR/>La tienda estaba plantada en una elevación del terreno, previniendo la lluvia, y ante una gran roca que le daba cobijo. Esa roca la destiné a sitio para lavar los platos y en sus rendijas dejé el estropajo y la bayeta. Tuve que levantarme a quitarlo todo porque un enteradillo de apenas 17 años llevó allí a cuatro o cinco adolescentes a "escalar" la roca... Si se caen, lo hacen encima de mi tienda...<BR/>Fue un mal día, lleno de intrusos que no respetaban nada. Los tenía ante mis piernas -sentada a la entrada de la tienda-, corriendo y molestando, ¡con lo grande que era elprado!<BR/>Cuando se fueron respiré aliviada. Otra vez paz y tranquilidad.<BR/><BR/>Qué diferencia, tu narración de la mía... ¿Por?... No los "intrusos" no eran catalanes, je je je... Y fui educada y cívica: encontré al bajar al riachuelo una cartera, me fijé en el grupo de salvajes que corrian por allí y más tarde, al verlos en grupo, descansando, fui a preguntar si alguno de ellos era fulano de tal -el DNI- No me equivoqué, el dueño de la cartera era uno de ellos y se la devolví.<BR/><BR/>Así demostramos tu aseveración de que cada visitante muestra al Señor de los Planos algo distinto, algo nuevo respecto a otros que han pisado lo mismo.<BR/>Los jóvenes que invadieron mi tienda dirian que escalaron una "montaña" y el que perdió su cartera, tal vez contó que una guardia civil estaba allí de dominguera, ¡ja ja ja!Anonymousnoreply@blogger.com