Thursday, November 30, 2006

El amor y la locura.

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J.M.C. nos envía este cuento que circula por la Red. Lo he parado un momento para que lo leamos todos y que siga circulando.

El Amor y La Locura.



Cuentan que hace muchísimos años se reunieron algunos sentimientos y algunas cualidades del hombre. Cuando el Aburrimiento bostezaba por tercera vez, la Locura propuso: vamos a jugar a las escondidas.



La Intriga se levanto extrañada, y la Curiosidad, sin poder contenerse, pregunto: ¿A las escondidas? ¿Y eso como es?



“Es un juego en donde yo me tapo la cara y comienzo a contar, desde el uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Cuando termine de contar, los buscare hasta que los encuentre”, explico la Locura.



El Entusiasmo bailo de contento y la Alegría dio saltos que termino de convencer a la Duda, e incluso a la Indiferencia, a la que nunca le interesaba nada.



Pero no todos quisieron participar. La Verdad prefirió no esconderse. ¿Para que?, si al final siempre la hallaban.



La soberbia pensó que era un juego muy tonto. En el fondo lo que le molestaba era que la idea no había salido de ella. Y la Cobardía prefirió no arriesgarse.



La Locura rápidamente comenzó a contar.



La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre, se dejo caer en la primera piedra que encontró.



La Envidia se fue detrás del Triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol mas alto.



La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse. Cada sitio le parecía maravilloso para alguno de sus amigos



El lago cristalino para la Belleza.



La hendija de un árbol era perfecto para la Timidez.



Una ráfaga de viento le parecía magnifica para la Libertad.



Por fin después de pensar primero en todos, la Generosidad termino ocultándose en un rayito de sol.



El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio. Era ventilado, cómodo, pero solo para el.



La Mentira se escondió detrás del arco iris.



Y la Pasión y el Deseo, entre los volcanes.



Cuando la Locura ya casi terminaba de contar, el Amor aun no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado.



Hasta que al fin vio un rosal y decidió esconderse entre sus flores.



“¡Un millón!”, dijo la locura. Y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la Pereza que estaba a solo tres pasos.



A la Pasión y el Deseo, los sintió en el vibrar de los volcanes.



En un descuido encontró la Envidia. Y claro también encontró al triunfo.



Al Egoísmo no tubo ni que buscarlo, pues el solito salio de su escondite que resulto ser un nido de avispas.



La Locura de tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la Belleza.



Encontrar a la duda fue mucho mas fácil. La encontró sentada aun sin poder decidir a donde se iba a esconder.



Así fue encontrando a todos



El Talento estaba entre la hierba fresca



La Angustia, en una oscura cueva.



La Mentira, detrás del arco iris.



Y hasta encontró el Olvido, que se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.



Pero solo el Amor no aparecía por ningún lado.



La Locura busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyo de la tierra, en las cimas de las montañas.



Y cuando estaba por darse por vencida, vio el rosal.



Tomo un pequeño palo y comenzó a mover las ramas. De pronto escucho un doloroso grito.



Las espinas habían herido los ojos del Amor.



La Locura no sabia que hacer para disculparse. Lloro, rogó, imploro, pidió perdón y hasta prometió acompañarlo siempre.



Desde entonces el Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.



Por eso dicen que “amar es una locura, a menos de que se ame con locura”.

FIN

Cuento infantil: Un nuevo miembro en Nepal

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Cuento infantil: Un nuevo miembro en Nepal

Diego de Rivas nos presenta a su hija, Elisabeth, y quiere compartir con nosotros este cuento escrita por ella. Sin duda con un futuro prometedor. Sus padres pueden ayudarle a caminar, también en su manejo de la pluma.



Un nuevo miembro en Nepal






Vino al mundo en una fría mañana de marzo. El poblado donde tiene lugar esta historia se encuentra en el cuerno de África. Kelal se llama nuestra protagonista nacida en la tribu de los Nepal.



Era una niña morena con el pelo negro como el carbón. Sus ojos resaltaban de la cara con un color marrón oscuro tirando a negro.



Toda la tribu estaba muy contenta ya que Kelal era la primera niña nacida aquí, en la tierra de sus ancestros. Como de costumbre cuando nacía un nuevo miembro el poblado se preparaba para celebrar el carnaval Alegrín en el que todos los de la tribu bailaban alrededor de una hoguera cantando canciones. Mientras el gran jefe imploraba a los espíritus para que bendijesen a Kelal que, en brazos de su madre, se había quedado dormida.



Las vestimentas del carnaval eran muy especiales al vestir todos con un traje de seda marrón de tiras rojas y verdes. También portaban en sus manos unas maracas de colores muy vivos: Rojas, amarillas y verdes.



Los que más resaltaban en la fiesta eran el mismo jefe de la tribu y Kelal. El primero, también conocido como Pichu, se le distinguía a lo lejos por una corona de plumas de águila que cubría su cabellera y muchos, pero muchos, collares largos y grandes. Sin embargo Kelal vestía un traje blanco de seda y una guirnalda hecha por flores silvestres.



Llego la hora. Luca, la madre de nuestra protagonista, se quedó hablando con su hija según la tradición tribal. Y esta dice que el tiempo tope para que un recién nacido aprenda a hablar es de tres meses del alumbramiento. Para comprobarlo una vez pasado este tiempo se le somete a una prueba. Algo imposible para nosotros los que vivimos en los países ricos. Sin embargo aquí en este lugar de África esto es real. Por lo que Luca le estuvo hablando sin parar toda la noche, contándole cuentos y relatos sin parar.



Como Kelal era muy lista aprendió a hablar al segundo mes de su vida. Para Luca era un alivio ya que carecía de riesgo que su hija al mes siguiente no respondiese al cuestionario.



Llegó el día. Fue excitante y emocionante porque Kelal respondió bien a todas las preguntas y entendió todo a la perfección.



Elisabeth de Rivas

Colegiala de 11 años

Diálogo de un bebé


Un día antes de nacer,el bebé habló con Dios:

-“No sé qué voy a hacer al mundo“

Dios le respondió:

- “Te enviaré un ángel... que estará a tu lado.“

- “Pero, yo no entiendo su lenguaje“

- “El ángel te lo enseñará“

- “El te protegerá del mal“

- “Cómo sabré que estoy en la casa correcta?“
- “Tu ángel te lo dirá todo“

- “Y, ¿cómo se llama mi ángel?“

- “Su nombre no tiene importancia... ...pero tú le llamarás: MAMÁ

De la red.

Cuento: El Perfume de Navidad

EL PERFUME DE NAVIDAD







Había un pueblecito situado en lo alto de una montaña, en él habitaba un artesano humilde y sencillo, que elaboraba excelentes perfumes. Una noche cuando llego a casa, se puso junto a la ventana, como acostumbraba a hacerlo. Ese día vio reflejada en los cristales del ventanal la imagen de un ángel, el cual anunciaba:

- Ha nacido el Mesías Salvador, está en el portal de Belén.

El artesano quedó tan sorprendido que no supo reaccionar ante tan importante noticia. Pasó la noche en vela, pensando qué podía hacer él para alegrar al Niño recién nacido.

Al día siguiente, cuando fue a su taller decidió que preparar el mejor de sus perfumes le agradaría mucho a Jesús. Estuvo todo el día y toda la noche disponiéndolo. Aquel perfume estaba hecho con las mejores flores del mundo, y su olor era inédito. Pero lo importante de ese perfume no era que le hubiera costado mucho hacerlo, o que oliera bien o mal, o bien que estuviera hecho con las mejores flores. Su valor residía en que lo había hecho con esforzado cariño. Cuando el perfume ya estaba elaborado empezó a preparar sus cosas para el largo viaje que tenía que hacer.


El día diecinueve de diciembre partió de su pueblo, montado en su caballo Espirit, con la ilusión por equipaje. Espirit era un caballo alto y robusto, con un fuerte relinchar. El artesano sabía que el viaje era muy largo y pesado, debido al estado del camino que debía atravesar para salir del pueblecito en el que vivía. Pero confiaba en que Espirit pudiera recorrerlo sin problemas. Pensaba que cubrir tan larga distancia valía la pena. Durante aquel largo desplazamiento se detuvo en algunos países. El primero, fue el de las flores donde pudo recogerlas de diversos colores y olores, para el niño. Su segunda parada, fue en el país de las hadas donde le dijeron concretamente el paradero del Niño. Por tercera vez, se detuvo en el país del cine, allí le dejaron pasar la noche y pudo ver como empezaban a rodar una película sobre la Navidad. Le pidieron que cuando regresara se detuviera y les contara su experiencia. En aquella película Espirit actuaba como el caballo de la Sagrada Familia. Le dieron muy bien de comer, para que así pudieran llegar antes a Belén. Al día siguiente, llegaron a otro país habitado en su totalidad por pastores. Los pastores le entregaron unas ovejas como regalo para Jesús. Y por fin, llegaron a Belén donde encontraron al niño Jesús envuelto en pañales y reposado en un pesebre.



El artesano ofreció sus obsequios al Recién Nacido. Éste se despertó con una sonrisa de agradecimiento y le obsequió con una mirada de luminosidad penetrante. La Virgen se puso muy contenta y le pidió que cuando pasara por todos aquellos países llevase la bendición del Niño, en señal de gratitud.


En el regreso cumplió el encargo de la Virgen María. Cuando lo hizo en el país del cine, terminó de rodar la película. Aquella película tuvo mucho éxito. En ella se cuenta la historia que vivieron Espirit y el artesano en su viaje hacia Belén. Cuando regresaron a casa, el artesano estaba muy satisfecho porque todo el esfuerzo que había puesto había valido la pena. Desde aquel día fabricó los mejores perfumes como nunca se habían realizado. Su trabajo iba a alegrar a muchas personas como lo había hecho con Jesús. Éste desde el Portal le recompensará con la felicidad que produce el trabajo terminado con la perfección que el cariño puesto en él proporciona.



Leticia Aiguabella Isla